Imperio Gay

Universo Diverso, Capítulo I

Hace no mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…

*Suena intro de la película StarWars El imperio Gay contraataca*

¿No habían escuchado hablar de este capítulo?

¿Nada?

Bueno, en ese caso no quedará más remedio que como la mujer orgullosamente lesbiana que soy, sea yo quien los guie por esta y muchas más controversiales aventuras del mundo gay que se susciten en esta nuestra “Estrella de la muerte”, que en ocasiones parece la capital Poblana.

Porque después de años de represión, por primera vez esta jocosa vaquera espacial, luchadora por los principios de la paz y la justicia, integrante de la diversidad sexual, gracias a este periódico estará trayéndoles para su disfrute y deleite semana a semana un poco de ¡homosexualidad a sus vidas! Suertudotes.

Pero para comenzar este viaje a bordo de nuestro “Halcón milenario multicolor”, no estaría de más que nuestra primera parada fuera el recordar aquellas cebras peatonales, que vaya que dieron de qué hablar. Pues aparte de visibilizar a los integrantes de mi comunidad, visibilizaron también a todo los homofóbicos e intolerantes que aún existen en nuestra ciudad.

No por nada fuimos nota nacional, reafirmándonos una vez más como primer lugar en discriminación en nuestro país, según la Enadis (Encuesta Nacional sobre Discriminación), que al juzgar por estos hechos, seguiremos ostentando.

Y hablando de aventuras LGBTTTI+ (Lesbianas, Gays, Transexuales, Travestis, Transgeneros, Intersexuales y más, para los que de plano la cultura gay no se les da), ¿qué pasó con nuestro bonito arbolito gay que estaba en pleno Zócalo de Puebla?

Punto que sirvió de reunión para la lgbtiza desde el primer día en que se instaló, símbolo de inclusión para muchos, aunque para otros más sólo fuera un arbolito con bastante frío.

El cual coincidentemente fuera destrozado la noche en la que el Congreso local dijo “no” por ahora al matrimonio igualitario. “Ven lo que una decisión así puede repercutir en las frágiles mentes de algunos ciudadanos.”

Ni hablar, ya sólo resta ir con las fuerzas rebeldes de la Suprema Corte de Justicia para que dictaminen nuevamente en Puebla la inconstitucionalidad de estos hechos. Al fin de cuentas, nuestro general Barbosa ya salió a decir que esa era su intención, declaraciones que yo misma agradecí.

Lo que sí no entendimos es ¿qué sucedió con la “progresista” princesa Leia de esta historia: la diputada Vianey García? Nuestra flamante y joven promesa, que sólo quedó en promesa, cuando este pasado 8 de octubre tundió con unos buenos sablazos al lado LGBT de la fuerza, al traicionarlos votando en contra de reformar la iniciativa del Ejecutivo presentada al Congreso, dejando así fuera al matrimonio igualitario.

En fin, otra víctima más del rayo institucionalizador donde olvidas el activismo y recuerdas más el cheque. Aunque debo aceptar que lucía espectacular esa banderita arcoíris en su curul. ¡Gracias Vianey García, te debemos tanto!

Pero ya el matrimonio igualitario será otro capítulo más al cual desmenuzar de nuestra saga “la Guerra de las Gaylaxias”

Y Recuerden amiguitos homofóbicos que aplaudieron esta decisión y que nos están leyendo en este preciso momento, los gays nos queremos casar entre nosotros, no con ustedes.

¡Hasta pronto y que la fuerza gay los acompañe!

 *Presidenta del colectivo organizador de la Marcha del Orgullo LGBT del estado de Puebla.

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