Las mujeres, historia y moda

Dicen que “quien no conoce su historia, tiende a repetirla”, cuestión que se adapta a cualquier disciplina, sin exceptuar a la moda. Además de ser uno de los principales vehículos de cambio social por y para las mujeres en el mundo, la moda se ha encargado de hacer visibles los avances en el camino por la libertad y autonomía femenina: a principios del siglo XX con la liberación de los corsés; la minifalda en los años sesenta, hasta la “normalización” del uso de pantalones en los años ochenta.

Actualmente vivimos una época difícil de entender: por un lado, “pretendemos” que las mujeres sean conservadoras y con gustos tradicionales para vestir, sobre todo por el clima de inseguridad y violencia; por el otro, un mundo hipersexualizado en el que las tendencias de moda animan a las féminas a explorar su lado creativo, sensual y propositivo, ofreciendo prendas que muestran cada vez más los atributos propios de su naturaleza.

Si bien la música, los medios de comunicación y la sociedad en general pueden promover la violencia hacia la mujer, cosificándola y minimizándola hasta un punto meramente sexual, me nace la pregunta: ¿hemos visto todas las aristas del tema, o sólo nos concentramos en la parte negativa, sin querer mirar el progreso que se está logrando?

A mi parecer, la historia de la moda nos habla de una constante: la búsqueda del cambio en el pensamiento HACIA la mujer. Podemos pensar que ellas son culpables por vestirse “así”, pero, ¿dónde queda nuestro respeto hacia ellas?, ¿en qué momento nos hacemos responsables como sociedad y empezamos a considerar su forma vestir, sin pretender entender ésta como una provocación? El camino es largo, pero estoy seguro de que se está yendo por buen camino. 

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