Mark Twain dijo alguna vez que “El invierno más frió que paso fue un verano en San Francisco”. Frase que dice mucho de unas de las ciudades más auténticas y conmovedoras de Estados Unidos. En el norte del gran estado de California, llamado el estado soleado, recibe una gran cantidad de visitantes cada año que buscan el sol, la playa y el clima cambiante de una mañana con niebla a un día soleado en cuestión de minutos

Tres días son perfectos para conocer una buena parte de los atractivos que posee San Francisco, pasear por sus numerosas calles inclinadas o colgarse de sus tradicionales tranvías en los que se percibe el esfuerzo del motor para vencer el camino empinado.

En esta ciudad conviven en armonía diferentes comunidades, y es sencillo que el visitante se integre a su cultura y costumbres. Así, al recorrer el barrio chino, se atraviesan mercados con puestos establecidos, en los que además de habituales vestidos de cuello mao, alpargatas y abanicos, se ven cajas con ranas vivas o extraños pescados en venta para ser preparados con recetas ancestrales.

Otro distrito es el italiano, con restaurantes en penumbra y velas alumbrando a los comensales, tiendas que venden todo recuerdo relacionado con las películas de El Padrino o el barrio mexicano, donde se reúne la comunidad de paisanos que hacen mucho por este lugar.

Lo mejor es hospedarse en la zona céntrica, que cuenta con opciones de alojamiento que van desde hoteles de lujo hasta hostales, y facilitar el traslado del viajero de un punto a otro.

Después de instalarte en el hotel puedes ir a Pier39, un muelle que aloja restaurantes de cocina internacional entre construcciones de madera, todos con vista a la bahía. También hay múltiples tiendas, músicos, magos, comediantes y bailarines callejeros.

Poco antes de que toda esta diversión comience, debes buscar el local del ferry que lleva a explorar la antigua prisión de Alcatraz. Los boletos se consiguen para dos días después, dado que se trata de una de las atracciones más buscadas

Más tarde, si el motivo de tu viaje es celebrar algún acontecimiento, puedes zarpar en un recorrido en yate que te dejará ver la ciudad por completo, la puesta del sol, rodearás Alcatraz y llegarás hasta el Golden Gate mientras disfrutas de una cena gourmet en la que el grupo musical festeja contigo.

Al siguiente día puedes comenzar con un desayuno en Sears Fine Food, el lugar que desde 1938 prepara los mejores hot cakes de la región. Este sitio te transporta a los años 50 y prepara alrededor de 9 mil hot cakes diarios para los cientos de visitantes que asisten a comprobar la leyenda de su sabor. El restaurante se ubica en la calle Powell, a media cuadra de Union Square, el sitio que alguna vez fue testigo de las manifestaciones de la guerra civil en 1860. Ahora es un lugar tranquilo en el que los habitantes se reúnen a descansar, tomar fotos o leer. Su alrededor se considera la tercera zona más grande de compras en Estados Unidos.

Puedes pasar la mañana recorriendo este distrito, entre residentes que llevan a cabo su vida cotidiana y famosas tiendas.

Ocupa la tarde en visitar los diferentes museos y distritos que te interesen: Asian Art Museum, al Blue and Gold Fleet Bay Cruise, al Museum of Modern Art, al Exploratorium, a la California Academy of Science, al Steinhart Aquarium y a la Legion of Honor.

Otro punto a visitar es Ghirardelli Square, la antigua fábrica de chocolates ( 1900) que ahora es un espacio con restaurantes de cocina internacional, tiendas y el local especial de chocolates.

Al día siguiente cruza el imponente “Golden Gate” el símbolo de la costa oeste y uno de los monumentos históricos del país que se usan todos los días para llegar Sausalito, una pequeña población en donde se aprecia la vista de la bahía y en donde podrías degustar platillo del mar como el restaurante Salito´s especializado en manos de cangrejo.

Al final de tu viaje, al recordar tu paseo, cantaras en tu mente “I left my heart in San Francisco”. Deje mi corazón en San Francisco.