En diversas ocasiones, la frase “tenemos el gobierno que nos merecemos” ha sido tan repetida que creemos que es verdad, sobre todo por las pésimas condiciones en las que las colonias de la ciudad de Puebla y el centro histórico se encuentran.

Si bien es cierto, cada gobierno municipal tiene su responsabilidad y deberá asumir su principal función que es la de generar las mejores condiciones para que vivamos bien; tal parece que en el actual ayuntamiento, esta obligación pasa desapercibida.

Es muy triste y lamentable observar como el actual ayuntamiento no ha tomado en cuenta las necesidades básicas de las y los poblanos; además de olvidar el entorno y mantenerlo agradable y funcional para todos.

Con funcionalidad, me refiero a las condiciones propicias y básicas que se requieren para todas las y los poblanos. Referente a esto, el lema y estandarte de la actual administración es “Ciudad Incluyente” y si bien, el ser incluyente es tomar en cuenta la diversidad sexual, es también toda aquella población vulnerable o que requiera accesibilidad para un fácil traslado como las personas con discapacidad, quienes parecen ser invisibles ante los programas y proyectos de nuestra ciudad.

Actualmente en Puebla existen 359 mil 212 personas con discapacidad, de los cuales, la motriz y la visual y auditiva son las más comunes. ¿Ustedes los ven por las calles, parques o cafeterías? No, precisamente porque las condiciones no son las adecuadas ni seguras para ellos.

Es así como se requiere perspectiva de género, perspectiva de igualdad e inclusión a las personas con diversas preferencias sexuales, pero también se requiere considerar a las personas con discapacidad y crear espacios y condiciones adecuados para ellos, ya que son personas totalmente funcionales que estudian, trabajan y tienen vida social.

Tal parece que el actual gobierno municipal solo se enfoca en ser incluyente en la diversidad sexual y el ambulantaje, y deja a un lado su principal obligación, que es la de proveer y asegurar los servicios básicos.

He residido en el nororiente de la ciudad durante toda la vida, y es muy triste y lamentable, las pésimas condiciones en las que se encuentra por ejemplo la delegación de Amalucan, en vano sirvió pintar nuevamente de color “morena” los juegos y aparatos de ejercicio, si todo está descuidado, rayoneado y con montoneras de basura; es una imagen de las oficinas de las autoridades municipales, la atención al ciudadano y el no tener cuidado en esos detalles, dice mucho y lo más importante, no se muestra un respeto a la ciudadanía.

Si bien es cierto es una corresponsabilidad de la ciudadanía y del gobierno, se nota un descuido irrazonable y un apoyo desmedido al ambulantaje; no sólo en Amalucan, afuera de la delegación, sino también en muchas colonias y principalmente en el centro de Puebla, haciéndonos pensar que tienen nexos o los tienen muy consentidos para que sea su voto fuerte en las próximas elecciones.

Otro tema de imperante es el descuido en parques y jardines, los camellones se encuentran llenos de basura, con el pasto crecido y seco. Solo algunas avenidas importantes, principalmente en la zona de Angelópolis, se encuentran en buenas condiciones, mientras que el resto de la ciudad los parques no tienen iluminación, se notan descuidados y sucios.

Su único logro, al igual que el gobierno estatal y federal, se centra en reprochar la actuación de los gobiernos anteriores, echar culpas y escudarse que sufre violencia política de género, cuando solo se le ha señalado lo terrible de su actuar, su soberbia y el poco o nulo interés que ha mostrado con la ciudadanía.

Y es así que, regresando a la pregunta inicial, ¿tenemos el gobierno que nos merecemos? Y la única respuesta es sí, por un voto mayoritario no razonado ni analizado que nos está perjudicando y que hizo que la ciudad se estancara y se acabara con ese trabajo de los anteriores gobiernos.

Deseo que, en las próximas elecciones, nuestro voto sea razonable y analizado y no un voto de castigo que nos perjudique a todos.