Acertada estrategia. Dejar de lado los alardes triunfalistas. Así como ignorar los ataques. Y sobre todo dar tiempo al tiempo. Fue la mejor decisión de Claudia Rivera Vivanco para buscar la reelección en la Presidencia Municipal.

Ganar la designación por Morena aún en contra del aparato gubernamental. Es un triunfo notorio que los poblanos aplauden. Demostró ser una mujer dispuesta a pelear y vencer.

Hasta el último momento se comportó como la administradora de la capital poblana. Desde ayer asumió el papel de candidata por su partido, tras renunciar para enfocarse a lo que será el segundo episodio con Eduardo Rivera, representante del PAN Y PRI.

Los pantalones y convicción de morenista ciento por ciento, serán las banderas que presentará en la contienda electoral.

Cuenta con la experiencia al frente de una administración municipal. Eduardo también, pero ninguna obra relevante se le recuerda.

A pesar del fuego amigo y encuestas que dan 15 puntos de ventaja a Lalo. Lo real es que los Rivera, arrancarán parejos en la carrera.

Las preferencias de Lalo han venido a la baja. Son varios los factores del descenso. El principal es la división que existe en las filas del PAN.

Lalo no es de los que le gusta sumar. La alianza con el PRI, no es de su completo agrado. Es un panista tradicional, donde nada es aceptado si no es de color azul por todos lados.

Las circunstancias fuera de su alcance lo llevaron a ponerse la camiseta tricolor. Lejos está de comulgar con el priismo y menos aceptar a la gente del populacho.

Mientras Claudia está acostumbrada a darse baños de pueblo. Lalo prefiere gastar suela de zapatos en adoquines de la avenida Juárez. Pasear por Angelópolis, del lado pudiente. Nunca en las colonias populares de la parte de atrás.

Las designaciones quedaron atrás. Solo uno alcanzará la meta. Ambos deberán extremar precauciones. El verdadero enemigo podría estar en sus bandos.

Los arribistas de Morena serán los principales obstáculos para Claudia.

¡Claudia en guardia!

Reporte del Informante

Carta marcada. El amague de que de una tercia de damas, saldrá la próxima magistrada del TSJ. Y la finta que hará el Congreso del Estado de una selección limpia. Son jugadas simuladas.

Los lugares disponibles para magistrados ya tienen dueños. Los afortunados no son otros que gente allegada al barbosismo. Los atributos de preparación, honestidad, honorabilidad y vocación de servicio, no son necesarios.

Así que la próxima magistrada, será una mujer. Sin vínculos políticos de acuerdo con la voluntad unilateral.

En el olvido quedó la máxima Aristotélica, plasmada en su obra Política que reza: “Zoon Politikon". A grandes rasgos dicta: que todo poder judicial necesita gente CAPAZ, ESTUDIOSA, HONESTA Y HONORABLE.

Atrás deben quedar los nombramientos por agradecimiento, compromiso o cumplimiento de lealtades. Eso llenó al Tribunal de magistrados simuladores de intelecto y probidad.

Tipos y tipas que sin carrera judicial arribaron al TSJ como el actual Consejero Jurídico Ricardo Velázquez, o el ex Director de CERESOS Joel Daniel Baltazar o algunos simuladores traídos de otros estados de la república sin arraigo poblano.

¡Designación a la vista!

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