Preguntas
Las imágenes que estamos viendo en los diversos medios de comunicación de lo que está pasando en Cuba...
Las imágenes que estamos viendo en
los diversos medios de comunicación de lo que está pasando en Cuba, me llevó a
imaginar la esperanza que seguramente motivaba en los cubanos Fidel Castro allá
en el año de 1959, cuando inició como mandatario de ese país primero como
primer ministro (1959-1976) y después como presidente de 1976-2008. Esperanza seguramente muy similar a
la que la mayoría de los mexicanos y mexicanas -hoy decepcionados- sentían ese
primero de diciembre de 2018 cuando llega como presidente Andrés Manuel López
Obrador, que día a día teje nuevas distracciones, de las que podrá echar mano
el resto de su sexenio. Se observa una vez más que no está
bien el juego del semáforo que usan en la contingencia. Otra vez mienten y dan
indicaciones contradictorias; por un lado, reconocen que ya entramos a una
“tercera ola” de Covid, incluso documentan a varios estados de la República en
números altos de contagios y a la alza el número de fallecidos, pero el color
del semáforo lo mantienen sin cambio; al mismo tiempo, declaran que no hay
marcha atrás, todos a las escuelas en agosto -dicen- y eso se traduce en la
salida de estudiantes, madres, padres, abuelos, abuelas, que los llevan a las
escuelas; profesores, profesoras, trabajadoras administrativas, de intendencia,
de las tienditas de todas las escuelas, de todos los niveles, agregando todo lo
que ello representa; pero estamos en la “tercera ola” o ¿será que así pretendan
contenerla? Convertido en “destapador de
corcholatas” como se autonombró el presidente, podría ser para cubrir la
mentira que difunden respecto a la pregunta aprobada por la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (SCJN) para la primera consulta popular legal y legítima que
se llevara a cabo en nuestro país basada en lo que marca la Constitución, pero
que el presidente y sus súbditos desvirtúan
al decir que es una consulta popular para juzgar a expresidentes y hasta ponen
en sus lonas sus imágenes (por cierto les faltó la imagen del presidente López
Obrador). Mentira, la pregunta que se debe responder con un sí o un no, es la
siguiente: ¿Estás de acuerdo o no en que se
lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y
legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas
tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar
la justicia y los derechos de las posibles víctimas?" Y al leerla la pregunta sería ¿Podría alguien no estar de acuerdo con
ello? Estoy segura que no. Como verán si mienten en la difusión de una pregunta inexistente, pienso
que si hubiera un interés real de combatir la corrupción ¿Por qué el presidente
López Obrador nunca inició las denuncias para integrar las carpetas de
investigación en contra de los expresidentes que tanto menciona? Hubiera sido
realmente esperanzador que lo hubiera hecho en los primeros días de su
gobierno, con tantos años de querer ser presidente seguramente pudo acumular
pruebas para demostrar sus denuncias, pero no. Lo esperanzador es que como yo y seguramente para muchas, muchos, tenemos
la lista de las decisiones que han tomado para pedir en su momento, se inicien
procedimientos para esclarecer esas decisiones políticas erróneas del hoy presidente
López Obrador y su gobierno, por ejemplo respecto al sistema de salud: las de
la pandemia de Covid, las que dieron lugar para no comprar medicamentos para
todas las enfermedades o por el desorden en la vacunación y en la compra de
vacunas; o en materia de seguridad o en materia económica o por las violaciones
sistemáticas a la ley, muchos temas hoy más lo que se acumulen, que sin duda
serán merecedores de inicio de procedimientos. Porque el tiempo sigue su curso y él presidente ya no es tan invencible
como parecía, ya vimos lo que pasó en su territorio gobernado por él y por
otros de su misma filiación, autollamados de “la izquierda” que han gobernado
la ciudad de México desde 1997 -hace 24 años-. El pasado 6 de junio el pueblo
demostró que se hartó. Lo único malo de la destapada de las corcholatas es que, si de por sí
no se ven resultados de gobierno, ahora se van a distraer con tanta
descorcholatada y esperábamos que ahora sí, en la segunda parte del gobierno se
gobernaría mejor y habría resultados. No será así. Lo que sí habrá y seremos testigos es que
empezarán las peleas entre ellos para asumirse como el o la merecedora de la
nominación del presidente. La pregunta sería si el ejemplo cunde.
¿En los estados de la República que tendrán elecciones, también habrá
“destapadores de corcholatas”? |
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