Cada día que pase se nota el gran deterioro de la política nacional, donde convergen una serie de personajes queda bien, con posicionamientos distintos, pero, al fin y al cabo, simples queda bien. 

No importa la escala política en la que se desempeñen, son lo mismo oficialistas que adversarios, todos ellos se miden con el mismo rasero. 

La reciente visita de la secretaria de Energía de los Estados Unidos evidenció más que nunca esa terca realidad mexicana de buscar la línea de flotación para que sus ideas perduren, sin importar el menoscabo de la no intervención que tanto pregona México. 

Jennifer Granholm llegó con sus buenos oficios a entablar conversaciones con el Presidente López Obrador sobre temas diversos relacionados con la dependencia que está su cargo en el gobierno del país vecino y tan a la mano que le tocó uno que está sumamente vigente en la discusión de las políticas públicas nacionales, el de la Reforma Eléctrica, que desata pasiones entre los que propagan sus beneficios y los que la consideran nefasta y de enorme retroceso para el país. 

El Presidente López Obrador y sus detractores consideraron como respetuosa la visita de la funcionaria estadounidense, pero unos y otros se descocieron sobre los puntos favorables de dicha reforma, por un lado, y el gran atraso que se originará en el país en el aspecto de energías limpias y renovables, los otros. 

Dentro del marco respetuoso que se dio el cambio de impresiones entre los funcionarios de uno y otro gobierno se convino en revisar el efecto que tendrá en las empresas estadounidenses dicha reforma, lo que se considera como una muestra de la flexibilidad de dicha reforma, ajustable a los intereses de los inversionistas extranjeros. 

Sin embargo, aunque los políticos mexicanos dicen que México no acepta intromisión alguna dentro de sus decisiones, los legisladores de oposición y del partido gobernante aprovecharon la reunión con la misma secretaria de Energía, para plantearle sus posicionamientos y dejando una estela de casi súplica para su intervención en respaldo a su posicionamiento. 

El coordinador de Movimiento Ciudadano en el Senado, Clemente Castañeda, expuso a la secretaria Granholm que la propuesta de reforma eléctrica hecha por el Gobierno federal tendrá un potencial daño ambiental y frenaría el desarrollo de energías limpias en México y provocaría el aumento de su costo hasta en 20%, y un alto impacto en las finanzas públicas por indemnizaciones. 

De acuerdo con Castañeda hay al menos tres temas que tendrían un alto impacto no sólo para México, sino para la relación bilateral entre nuestros países. En primer lugar, el potencial daño ambiental que traería esta reforma al frenar el desarrollo de energías limpias en México y concentrarse en el mantenimiento de plantas contaminantes de la Comisión Federal de Electricidad, las cuales en su mayoría tienen más de 30 años de antigüedad y casi el 50% de su capacidad de generación de energía se hace con altos costos y con combustibles perjudiciales al medio ambiente y la salud”, expresó Castañeda. 

El coordinador del magro grupo de senadores perredistas, Miguel Ángel Mancera, precisó que ante la posible discusión de una reforma eléctrica, es necesario contar con un amplio consenso. Será importante conocer la opinión de los expertos y de Estados Unidos, sobre el impacto que tendría la reforma eléctrica en compromisos internacionales como el T-MEC. 

“Esta reforma marcará para nuestro país, y así lo vamos a buscar construir, una línea de este desarrollo, de buscar que sean solo las energías renovables, energías limpias, las que estén marcando nuestro destino, que sea una agenda que se refrenda para beneficio de México”, dijo. 

Ricardo Monreal, líder de la mayoría, dijo que la secretaria dejó en claro que su país le interesaba seguir cuidando las inversiones y que ella sería respetuosa de lo que se aprobara en el Congreso. 

Por supuesto que ella no podía pronunciarse en contra de la iniciativa y no lo aceptaríamos, dijo el legislador, quien destacó que se trató de una vista de Estado, la tratamos con respeto y ella fue respetuosa. 

Pero mientras son peras o son manzanas, la secretaria de Energía se llevó la percepción de unos y otros, con lo que su gobierno sabrá dilucidar las conveniencias o inconveniencias de dicha reforma para los inversionistas de su país. 

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