Mejor noticia no pudo recibir Santiago Taboada al solicitar licencia a la alcaldía de Benito Juárez: su demarcación se ubica como la alcaldía más segura del país, por encima de otras, principalmente de las de MORENA y eso lo proyecta a la anhelada candidatura al gobierno de la CDMX. 

Taboada es un personaje que no representa para nada al prototipo que se busca como abanderado del Frente Amplio por México, pero si al que describe l partido gobernante y que califica como fifí y exquisito, producto de los aspiracionistas que buscan arrebatar el principal reducto de MORENA y sus aliados. 

Resulta curioso que Benito Juárez y Cuajimalpa formen parte de las cinco alcaldías mejor posicionada en cuanto a seguridad y que Taboada y Adrián Ruvalcaba (alcalde Cuajimalpa) quien también se encuentra en la búsqueda de la nominación en la capital del país, resulten mejor ubicados en el rubro de seguridad para una ciudad compleja que quiere ser gobernada por un policía, cuyo mayores méritos son lo de ser aliado de Claudia Sheinbaum, aunque sea rechazado por la militancia del partido. 

Omar García, no usa su apellido paterno en la búsqueda de la nominación de su partido, sino el materno (Harfuch), pues del primero hay recuerdos de la “guerra sucia” y del movimiento del 68, que muchos quieren borrar, sobre todo tratándose de un partido de izquierda que fue goleado por esos dos sucesos. 

El exsecretario de Seguridad Ciudadana arribó a la capital del país y vendió bien su imagen como policía, consiguiendo dos o tres golpes medianamente exitosos, pero que fueron vendidos muy bien, aunque los mismos fueron aplicados en contra de un grupo delincuencial que cada vez tiene mayor presencia en la CDMX, el Cártel de la Unión Tepito y sus asociados, que continúan actuando indiscriminadamente. De Omar hay voces que exigen la aclaración de su participación en los sucesos de la trágica noche de Ayotzinapa y su relación con Genaro García Luna, donde se mantiene muy oscura la información al respecto. 

Es cierto que bajó la incidencia de delitos en algunas zonas de la capital del país, pero lo hizo, principalmente, en las alcaldías gobernadas por la oposición a MORENA. 

Clara Brugada la tres veces alcaldesa de Iztapalapa logró una buena imagen en sus administraciones y pensó que la alcanzaba para gobernar la gran ciudad, pero fue parada en seco y ahora es víctima de la guerra sucia, filtrando audios en los que habla, supuestamente, de irse del partido, en caso de no ser seleccionada, rompiendo con el pacto que firmaron todos los contendientes a gobernar las nueve entidades en disputa. 

Omar (García) Harfuch y Clara Brugada se encuentran enfrascados en una batalla soterrada, sin dar cuartel que puede derivar en que su partido presente un candidato o candidata diezmado y frágil. 

La oposición debe aprovechar esa guerra interna y presentar en tiempo su candidato o candidata, toda vez que el próximo 20 de noviembre se inician las precampañas y quien los represente debe venir bien fortalecido. 

Por cierto,  Lía Limón es otra de las aspirantes al gobierno de la CDMX y ayer rindió su informe de gobierno en Álvaro Obregón y fue cuerpeada por lo más granado de las mujeres que forman parte de la alianza del Frente Amplio por México. Xóchitl Gálvez, Margarita Zavala y Carolina Viggiano, entre otras. 

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