¡Gracias, Antorcha Obrera!

La mañana del martes 17 de octubre, en la junta auxiliar de Sanctorum, de Cuautlancingo, un comando de 70 elementos de la Guardia Nacional (armados con sus metralletas, pistolas, toletes, escudos antimotines, granadas de gas pimienta y otros aditamentos) llegó a la Unidad Habitacional “Antorcha Obrera” acompañando a varios trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad, para cortarle la energía eléctrica a los 500 departamentos de toda la unidad, en los que viven poco más de 3 mil 500 personas.

La CFE comete un error infantil: No ha querido instalar la infraestructura para que a cada departamento le llegue la energía eléctrica como a todos los ciudadanos y, por lo tanto, ningún departamento tiene medidor de luz. Así que la CFE no sabe cuánto es lo que debe cada uno y quiere que todos paguen más de 3.5 millones de pesos, que es la cuenta que ellos se sacan de la manga para cobrarles un servicio a los colonos, que no tienen y que ellos se niegan a instalar.

Así que los trabajadores de la CFE llegaron para cortar el servicio. Los vecinos se juntaron y protestaron pacíficamente, pero la Guardia Nacional estaba lista para reprimir: hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños. Los soldados golpearon y varios colonos resultaron con heridas en la cara y en la cabeza. Para dispersar la protesta, lanzaron gas pimienta y varios antorchistas terminaron tosiendo y vomitando. Así fue como la CFE le cortó la luz, desde el poste, a una colonia pobre y humilde.

A las 11:00 de la mañana, todos decidieron marchar hasta las oficinas centrales de la CFE en la capital, a donde llegaron a las 6:30 pm, luego de caminar durante siete horas y media los 19 kilómetros de distancia. Ahí ya los esperaba otro grupo de antorchistas: colonos del sur de la capital, de Ocoyucan, maestros, jóvenes estudiantes y todos los artistas de los Grupos Culturales Nacionales de nuestra organización. A eso de las 10 de la noche, gracias a la protesta de cientos de colonos, la Comisión Federal de Electricidad volvió a conectar la energía eléctrica en la Unidad Habitacional “Antorcha Obrera”.

El jueves 19 de octubre, en una reunión en la Secretaría de Gobernación de Puebla, la CFE se comprometió a no volver a cortar la energía eléctrica y los colonos dijeron que, una vez que les instalen el servicio y sus medidores, pagarán lo que cada uno se gaste. Justo eso es lo que hemos pedido desde hace cinco años, pero nadie en la CFE nos había querido hacer caso.

El viernes 20 de octubre, el periodista Luis Fernando Soto del portal contigopuebla.mx, acudió a la Unidad Habitacional “Antorcha Obrera” para entrevistar a los colonos. De ahí, extraigo algunos apuntes.

La señora Guadalupe Alcaide, de 62 años, dijo: “El gobierno no nos da opciones para que nosotros podamos vivir dignamente. Lo único que queremos es tener nuestros servicios. No queremos que nos los regalen, pero que sean justos. Que nos cobren lo que es. No que nos quieran venir a cobrar millonadas, porque sabe que todos somos personas pobres. Somos personas que vamos al día y que no tenemos esa cantidad. Pero sí estamos dispuestos a pagar lo justo, lo que consumimos. Lo que necesitamos es la luz. Que no nos vengan a poner la Guardia Nacional porque no somos delincuentes. En ningún momento se les agredió. Pueden ver (en los videos hechos públicos) que íbamos con las manos vacías, porque ningún compañero llevaba armas. Sin embargo, ellos sí se atrevieron a amenazarnos con sus armas que traían. Yo creo que no es justo. Si nos oye el señor gobernador [de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina], que vea que somos gente de trabajo y necesitamos los servicios. Vamos a pagar lo justo. No queremos que nada nos regalen. Nosotros pagamos impuestos y tenemos derecho a que nos hagan nuestra obra”.

El señor Servando Aguilar Romero dijo: “Es una injusticia, porque Morena dijo que primero los pobres, pero no estamos de acuerdo en que primero a los pobres nos eche más abajo y a los ricos los saque adelante. Tampoco estamos de acuerdo en que la Cuarta Trasformación dijo que México iba a cambiar, pero ¿en qué ha cambiado? Hay menos estudio, menos medicamentos, menos dinero para la gente necesitada y más delincuencia. Para los delincuentes abrazos y no balazos. Y para nosotros (los pobres) golpes y chingadazos. […] Les ordenan que nos quiten la luz. Nosotros no les estamos pidiendo nada regalado, porque ellos comen de nuestro dinero (de los impuestos), les damos dinero hasta para sus campañas políticas. Estamos hartos de que la Cuarta Transformación dijo que todo iba a cambiar, pero es mentira, es la misma porquería y un poco peor”.

Benigno Castillo, uno de los golpeados el martes por la Guardia Nacional, dijo: “No estamos a favor de que la Guardia Nacional haga estas chingaderas (reprimir a los ciudadanos). Que se ponga con los delincuentes. ¿Por qué a los delincuentes les tienen miedo? Porque ellos sí tienen armas para defenderse. Esto es una represión política. Pero no le tenemos miedo a la 4T ni a su Guardia Nacional. Y si nos dan de chingadazos, nos paramos; porque un antorchista no se pone de rodillas, sino que siempre está de pie”.

El periodista les dice en la plática: “En algunos medios de comunicación de Puebla los acusan a ustedes de querer todo regalado, de ser unos alborotadores…”.

La señora Ana Barbosa Barrios, de 56 años, responde: “Nosotros no somos paracaidistas, no somos rateros, ni somos gorrones. Nosotros tenemos años solicitando los servicios para nuestra colonia, como cualquier otro ciudadano que vive en una comunidad. Nos han hecho negativas, nos han dado vueltas, que no que hay que actualizar, que les falta esto, que vengan mañana, nos han tenido cinco, seis o siete horas, sentados en sus oficinas (de la CFE) esperándolos, hemos tratado de hacer las cosas, lo más correctas posibles. Tenemos derecho a los servicios, no los queremos de gorra, no los queremos regalados. Que les quede bien claro. Los vamos a pagar. Como la vivienda, como el contrato del agua. Ahora, la Guardia Nacional está para cuidar, para proteger a los ciudadanos, porque es el ciudadano el que le paga. Y ellos vinieron y éramos mujeres y hombres trabajadores que no teníamos armas para que nos trataran de esa manera”.

Son testimonios de los poblanos de la Unidad Habitacional “Antorcha Obrera”, mismos que desmienten a Juan Carlos Valerio, conductor de Imagen Televisión, que sostiene que “la CFE asegura que los antorchistas adeudan más de 6 millones de pesos”, lo cual es una mentira que él mismo comprobaría si acudiera a la CFE a buscar los datos para sus noticias. El mismo Juan Carlos dice que “las familias históricamente se han negado a pagar ese consumo (de luz)”. ¿Y él por qué asegura que se han negado? Vuelve a mentir el señor periodista. Más adelante afirma: “Usted y yo tenemos que pagar la luz, ¿y ellos por qué no?”. Los colonos ya aclararon por qué no pueden pagar: ¡porque no tienen medidores de luz en sus casas! Pero Juan Carlos sostiene: “(no pagan) porque sus líderes, en algún momento, les dijeron: tú no pagas y nosotros nos arreglamos. Mejor tú nos pagas a nosotros, a Antorcha”. No pagan a la CFE porque le pagan a los líderes, dice el calumniador Juan Carlos. Para que compruebe si eso es cierto, lo invitamos a que vaya a la “Antorcha Obrera” a preguntarle a la gente si le paga la luz a los líderes de Antorcha. Usted ponga el día y la hora para ir o, mejor aún, vaya cuando guste y entreviste a quien guste.

Usted que se queja de los millones de los líderes de Antorcha, debería informarle a la población cuántos son los millones que le dieron en publidad algunos ayuntamientos y el gobierno estatal, desde el 2018 al 2021, a Imagen Televisión. La cifra no baja de los 45 millones pesos, según los datos más conservadores. Como la gente sabe, los convenios del gobierno con la prensa se pagan todos con los impuestos de la ciudadanía, esa misma ciudadanía a la que usted ataca con tanto descaro con sus comentarios en Imagen Puebla.

Como dijimos, lo esperamos en la Unidad Habitacional para que entreviste a los colonos y concluya cosas serias. Hágalo o quede como un vulgar mentiroso. La decisión es suya, señor Juan Carlos

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