Pese a los grandes esfuerzos que se han realizado para frenar la violencia en contra de las mujeres, todos los días seguimos siendo testigos de hechos aberrantes e inenarrables de lo que sufren millones de ellas en todo el mundo.

Feminicidios, discriminación, brechas salariales, violencia vicaria, ataques con sustancias corrosivas, despidos por embarazo, es sólo una pequeña muestra de todo lo que siguen padeciendo las mujeres.

En el marco del 25 de noviembre, fecha en que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, no debemos olvidar el compromiso que tenemos, toda la sociedad en su conjunto, para poner fin a este flagelo.

Desde el Poder Legislativo y como presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, no hemos descansado para romper los techos de cristal y fortalecer el marco normativo de protección para los millones de niñas, adolescentes y mujeres del país.

De cara a las elecciones del 2024, resulta fundamental destacar la aprobación de la Ley 3 de 3 contra la violencia, con el propósito de establecer que no será elegible para postularse a ningún cargo de elección popular, ni podrá recibir votos para acceder a tales cargos, ni podrá ser designado para ningún puesto público, aquel individuo que tenga antecedentes de condena por delitos relacionados con homicidio, violencia doméstica, violencia equiparada o violación a la privacidad sexual.

No podemos permitir que agresores de mujeres contiendan u ocupen cargos públicos.

Las personas servidoras públicas deben probar una trayectoria honrada y que sea compatible con los valores y principios de nuestra democracia.

No sólo aprobamos cambios en el ámbito político, también avalamos una serie de reformas para atender el tema de trata de personas en nuestro país.

La enmienda endurecerá sanciones para las personas que se dedican a este tipo de actividades ilícitas, pero también para quienes compran y son consumidores de este lamentable servicio.

Asimismo, le da al Estado mexicano nuevas herramientas para poder combatir a este flagelo que lastima la vida de miles de personas a lo largo y ancho de nuestro país.

Por ello continuaré poniendo mi alma entera en atender las demandas de aquellas mujeres que fueron olvidadas por el Estado, aquellas que han visto pisoteados sus sueños y sus derechos.

Este 25 de noviembre, es una nueva oportunidad de alzar la voz y de exigir un alto a la violencia en contra de las mujeres.

No podemos ser ajenos ante el dolor, mucho menos permitir que a una sola mujer se le lastime.

Estamos obligados a brindar el cobijo y toda la protección a nuestras mujeres, niñas y adolescentes.

Que no quede duda, seguiremos dando la batalla.

Julieta Kristal Vences Valencia

Presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados