Simplicidad, Clarice
Mientras daba vueltas a los compromisos para el 2025, decidí distraerme viendo una película. Elegí una de esas que nunca pasan de moda: El silencio de los inocentes.
El 1 de enero, con el inicio del año y en un día de asueto, me encontré sin mucho quehacer. Mientras daba vueltas a los compromisos para el 2025, decidí distraerme viendo una película. Elegí una de esas que nunca pasan de moda: El silencio de los inocentes. En una de las escenas más memorables, Hannibal Lecter lanza su famosa línea: —Simplicidad, Clarice. Siempre es la clave—. La frase resonó en mí, pero no fue sólo por su contundencia. En la misma escena, Hannibal menciona a Marco Aurelio con una de sus reflexiones más célebres: “Para cada cosa particular, pregúntate cuál es su naturaleza, su origen o causa”. Ahí tuve mi "click". Tanto Marco Aurelio como Hannibal Lecter, cada uno a su manera, apuntan a lo mismo: para resolver problemas o alcanzar metas debemos buscar primero la esencia; es decir, para qué lo queremos hacer, para llegar a dónde, y actuar desde ahí con simplicidad. Primero, lo esencial. Marco Aurelio nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de las cosas. ¿Qué es lo más importante en cada propósito? No se trata solo de cumplir metas, sino de entender el porqué y el para qué. Ejemplo de metas típicas de cada año:
Conectar con la esencia de nuestras metas nos ayuda a priorizar y simplificar las acciones para lograrlas. En lugar de dispersarnos en mil tareas, concentrémonos en lo que verdaderamente importa. Ahora, la simplicidad. Cuando empieza el año, es común establecer metas grandiosas: bajar diez kilos, ahorrar un millón de pesos, leer cincuenta libros, o hacer ejercicio diario. Pero estas metas suelen ser tan grandes que nos paralizan. Nos perdemos en los detalles o abandonamos ante la dificultad. ¿Y si empezáramos más simple? Si tu objetivo es perder diez kilos, comienza con el primer medio kilo. Meditar veinte minutos al día puede iniciar con solo dos. Si tu meta es escribir un libro, comprométete a una página esta semana. Cada pequeño logro es un paso hacia la dirección correcta. Más importante aún, cada paso libera dopamina, la hormona de la recompensa, que refuerza nuestra motivación y nos prepara para el siguiente avance. Finalmente, escoge tus ejes a desarrollar. Para ayudarte a comenzar, cuando tengas tu meta esencial, alinea a esta micro-objetivos dentro de los 7 ejes de desarrollo humano.
La clave está en mantener el enfoque en lo esencial y actuar con simplicidad. Como Hannibal Lecter nos recuerda: “Simplicidad, Clarice. Siempre es la clave”. Y con la guía de Marco Aurelio, entendemos que cada meta tiene una naturaleza, un origen, y un propósito. En el 2025, haz que tu meta se construya desde ahí: un paso pequeño, pero significativo. ¿Cuál es tu primer meta? Facebook: @Salexperts, @ACAldrete. Linkedin: Alberto Cárdenas Aldrete |
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