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Salarios y miseria

En la dictadura del capital, la desigualdad, la pobreza y el hambre, son cada día más espantosos

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La realidad en México es un desastre para los pobres y un paraíso para los ricos. Según datos de la Oxfam, por lo menos 9 millones de habitantes en el país (casi el 10% de la población total) “no saben si al día siguiente van a comer”, por falta de dinero. 

Por otro lado, están los más ricos: los que en una vida completa jamás se terminarán de gastar el dinero que le han sacado a base de explotación a los pobres; por ejemplo, un análisis de la Oxfam nos dice: “Carlos Slim [el hombre más rico de México] tardaría 220 años en gastarse toda su fortuna. Si el magnate mexicano se gastara un millón de dólares por día, tardaría 220 años [tres vidas completas] en terminar con su capital; no obstante, una cuenta de ahorro modesta, a un interés del 1.95% le otorgaría 4.3 millones diariamente, haciendo imposible el término de su fortuna”. 

Pobreza en México

La misma Oxfam, en su informe “La ley del más rico”, lo resume así: desde 2020, el 1% más rico del mundo acapara el 63% de la riqueza generada en dos años, mientras que el 99% restante de la humanidad se distribuye el 37% de esa riqueza. “Mientras la gente corriente hace sacrificios diarios en lo esencial como los alimentos, los súper ricos han superado incluso sus sueños más osados. Tras solo dos años, la presente década ya se perfila como la mejor hasta la fecha para los milmillonarios: una década dorada de bonanza económica para los más ricos del mundo”, dijo la directora ejecutiva de Oxfam.

Una nota de El País (24 de enero de 2024) señala: “Conforme a datos de inicios de 2020 a noviembre de 2023, Oxfam afirma que los 14 ultrarricos de México concentran 8.18 pesos de cada 100 pesos de la riqueza privada nacional, equivalentes a casi 180.000 millones de dólares. Slim acumula 4.48 de esos 100 pesos (o 1 de cada 20 pesos). Su riqueza, que creció 58% en términos reales desde el inicio de la pandemia, de acuerdo con Oxfam, es tanta como la que tiene la mitad más pobre de los mexicanos, alrededor de 63.8 millones de personas. 

Partiendo de que en México no solo hay pobres, sino pobres extremos, la ONG aporta otro dato que describe la enorme acumulación de riqueza en manos de Slim: Poco más de nueve millones de personas en nuestro país no saben si podrán comer al día siguiente, mientras que una sola persona concentra casi 1 de cada 20 pesos de la riqueza de este país”.

En la dictadura del capital, la desigualdad, la pobreza y el hambre, son cada día más espantosos. El problema no es nuevo y no se ve que algún gobierno lo vaya a combatir. Al contrario, todo parece indicar que se agudizará: más miseria para los mexicanos trabajadores. 

En México hay 30 millones de personas que, sostiene el Coneval, sufren de acceso a la alimentación; es decir, nunca se pueden alimentar bien. El mismo Coneval sostiene que, por lo tanto, cada año mueren por hambre y desnutrición 8 mil 500 mexicanos, lo cual implica que 23 mexicanos mueren al día por falta de alimento; es decir, casi uno cada hora. Por su parte, la Oxfam, en su informe “Hambre y hambruna en el mundo”, expone que, a nivel mundial, 757 millones de personas fueron afectadas por el hambre crónica en 2023; en 2024, los niveles de hambre catastrófica se duplicaron y 700 mil personas viven en condiciones similares a la hambruna.

Pobreza en México

El 21 de octubre de 2022, La Jornada publicó una nota titulada: “Carlos Slim y Germán Larrea concentran más riqueza que la mitad de los latinoamericanos”. ¡Léalo de nuevo, por favor, y piense en ello! En el texto dice: “Los dos hombres más ricos de América Latina y el Caribe, los mexicanos Carlos Slim y Germán Larrea, concentran más riqueza que la mitad de toda la población de América Latina. (…) Al cierre de 2021, una minoría inmensamente privilegiada de 10% de la población recibió 77% de la riqueza total de los hogares, mientras que 50% más pobre apenas concentró 1% de la riqueza”.

La desigualdad en nuestro país se ha recrudecido y tiene una tendencia al alza, gracias a que el gobierno no le pone un alto a la explotación de los empresarios nacionales y extranjeros. Reforma, del 23 de noviembre de 2022, denunciaba que <<De acuerdo con el análisis “Las maquiladoras, el motor del comercio de México, impulsadas a navegar la demanda en evolución”, elaborado por el investigador Jesús Cañas, mientras que en Estados Unidos, Alemania y Canadá el sueldo por hora promedio del sector en 2021, ajustado al poder adquisitivo, fue de 34.74, 27.18 y 25.24 dólares, respectivamente, en México fue de 6.57>>. Esto quiere decir que la explotación es más profunda en México, mientras que en Estados Unidos a los obreros les pagan cinco veces más que aquí, y en Alemania y Canadá cuatro veces más.

Una nota de El Economista, del 21 de noviembre de 2022, nos dice: “A nivel mundial, la gran mayoría de las personas cree que el salario mínimo no es suficiente para llevar una vida digna, así lo revela la Encuesta Mundial 2022 de la Confederación Sindical Internacional. En los 17 países incluidos en esta encuesta, casi tres cuartas partes (72%) de las personas creen que el salario mínimo no es suficiente para vivir decentemente. 

Al menos la mitad –y hasta nueve de cada 10– de las personas de cada país cree que no es suficiente para llevar una vida digna en Bulgaria (91%), México (90%), Argentina (88%) y Brasil (84%) creen que el salario mínimo en su país no es suficiente para llevar una vida digna. (…) 68% de las personas quiere que su Gobierno trabaje para conseguir un aumento salarial para los trabajadores y las trabajadoras y el 72%, afirma que el Gobierno es responsable de garantizar que la ciudadanía tenga un costo de la vida razonable”. Pero el gobierno no parece interesado en garantizar una vida de calidad para los mexicanos, pues no lo ha hecho.

Pobreza en México

Una nota del 16 de agosto de 2022, de El Sol de Puebla, dice que nuestro estado “hasta julio de 2022, ofreció a sus trabajadores uno de los 13 salarios más bajos del país, con un pago promedio de 418.83 pesos, según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. (…) Las personas en Puebla ganaron, hasta el séptimo mes del año, 12 mil 564 pesos al mes, lo cual fue insuficiente debido a que la inflación afectó el poder adquisitivo”. 

La inflación afecta el poder de compra. Por ejemplo, El Sol de Puebla, del 1° de diciembre de 2022, dijo que “El consumo de la tortilla en el estado ha disminuido hasta en un 30% debido al incremento que ha registrado en lo que va de 2022. (…) anteriormente, cada persona consumía 250 gramos del producto por día y ahora la cifra bajó a 175 gramos”. 

El aumento de los precios de las mercancías permite que los grandes empresarios arrebaten el dinero al pueblo y se lo queden, por eso es que el alza desmedida de los precios es igual al empobrecimiento drástico de la población. En consecuencia, el mercado interno se ve debilitado y una economía próspera para nuestro país se aleja más de ser una realidad.

De acuerdo con el Observatorio de Salarios de la Ibero, “para que un trabajador en México pueda cubrir mensualmente el costo de una canasta completa de bienes, alimentos, servicios y actividades, debe ganar un salario mínimo de 817.8 pesos diarios”. Pero el gobierno de Morena, encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo, solo ha logrado aumentar el salario en 2024 hasta los 278.80 pesos diarios. ¿Esto le sirve de algo a los 97 millones de pobres mexicanos? Desde luego que no.

El líder nacional del Movimiento Antorchista, en su artículo “Lucha salarial obrera, freno a la crisis”, dijo: “una política orientada en lo inmediato a la elevación de la producción y la productividad, lejos de apoyarse en la restricción salarial y en el aumento de los precios, exige como condición el aumento suficiente de los salarios. Con ello busca, en primer lugar, el fortalecimiento del mercado interno y, en segundo lugar, las condiciones materiales y sociales que permitan a los obreros desplegar un trabajo superior, en cantidad y en calidad, para elevar la producción. Pero esta segunda opción tiene un grave defecto. Exige también la contención, dentro de ciertos límites, de los afanes de lucro de los patrones; exige que estos se avengan a sacrificar una parte de sus márgenes de ganancia”. 

Pero adelanta Aquiles Córdova: “los poderosos no van a renunciar a sus ganancias. (…) Es necesario que una fuerza objetiva, real y poderosa, los obligue a ello; y esa fuerza no puede ser otra que la de un movimiento obrero bien organizado e independiente, que esté dispuesto realmente a defender sus intereses, en primer lugar, el incremento de los salarios”. Los obreros mexicanos deben unirse a ese movimiento, que hace casi cinco décadas inició la lucha contra la pobreza en este país, que tiene una estructura y un programa serio para liberar al pueblo de las cadenas que hoy lo oprimen. La liberación del pueblo debe ser obra del mismo pueblo. No hay de otra.

 

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