Nadie se atreve a señalar y mucho menos a sancionar la violencia contra mujeres periodistas, sobre todo porque es el Estado el principal victimario
Un tema tabú en Puebla es la violencia que se ejerce contra las mujeres periodistas. Todos saben que existe, pero nadie se atreve a señalarla y mucho menos a sancionarla, sobre todo porque la mayoría de veces es el Estado el principal victimario. Durante lo primeros seis meses de 2023, las autoridades fueron responsables de perpetrar 1 de cada 2 ataques contra periodistas y medios de comunicación, según Artículo 19. Sin embargo, hay un violentador silencioso que, al servicio del poder, ataca a mujeres periodistas bajo el manto protector del anonimato: los seudo periodistas, mejor conocidos por administrar reputaciones. Expertos en guerras sucias se escudan también en el periodismo, un cuarto poder desprestigiado y ninguneado, pero que paradójicamente se vuelve útil para desprestigiar y difamar. Violentadores se fortalecen en el barbosismoEllos, los violentadores de periodistas, tocaron la cima del éxito en el barbosismo, donde se convirtieron en expertos del chantaje y de la calumnia. Es el propio Estado quien los mantiene con vida en los medios de comunicación al darles convenios con recursos públicos. No solo eso, los empodera como voceros o como intermediarios con otras empresas periodísticas para socializar temas que son de su interés o, lo que es lo mismo, para manipular a la opinión pública. Una vez caídos en desgracia, no les quedó más que camuflarse de periodistas detrás de sus portales digitales que se alimentan de dos seguidores, hartos bots y de prebendas o jugosos convenios. Tan solo tres comunicadores poblanos ya son parte del Registro de Violentadores del INE por Violencia de Género. Pero, no son los únicos, abundan por montón; exiliados, hipócritas, incorrectos, todos ellos con más robots que humanos compartiendo sus notas y con más boletines que las propias cuentas oficiales de gobierno. Se meten con las vidas personales de las periodistas, las acusan de adúlteras, las señalan por la edad o por el físico; ponen en tela de juicio su capacidad para ejercer el periodismo por el simple hecho de ser mujeres; las vetan de los espacios estelares, las difaman y hasta hacen campaña personalizada para quitarles publicidad o quitarles clientes. La mayoría de mujeres periodistas han sido violentadas, según encuestaUn sondeo de 2019, realizado por “Colectivas Periodistas Unidas Mexicanas”, sobre acoso, hostigamiento y violencia sexual contra mujeres que trabajan en medios periodísticos en México, reveló que de las 392 mujeres encuestadas, 73% había vivido algún tipo de violencia. De acuerdo con Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC), la violencia contra periodistas trastoca las dimensiones de su vida con afectaciones severas. Te puede interesar: Voces en resistencia Ninguna de las periodistas que formaron parte del último diagnóstico publicado por CIMAC: “Voces en resistencia, impactos de la violencia en la vida de periodistas” se ha dejado devastar por la violencia vivida, por el contrario, todas ellas desarrollaron estrategias de resistencia para seguir adelante con su carrera. Sin embargo, la inacción y el silencio cómplice, no hace más que perpetuar la violencia machista y, con ello, se pone en riesgo la vida de todas las mujeres. Bien dice la feminista Marcela Lagarde que “el tiempo de los derechos es exacto. Dejar que pase, que se alargue, le puede costar la vida a las personas”. Tan solo en 2020, la tasa de asesinatos de mujeres periodistas se elevó 11% comparada con 6% del año previo, así consta en el reporte de la Directora General de la UNESCO sobre la Seguridad de los Periodistas y el Peligro de la Impunidad. Las consecuencias de normalizar la violenciaSi continuamos normalizando el ataque anónimo y por consigna, Puebla llegará a un punto en que será imposible distinguir entre sicarios de la información y periodistas. Gerardo Ruiz Herrera, reportero poblano y director de El Incorrecto, incluido en la lista nacional de violentadores de mujeres - El Sol de Puebla | Noticias Locales, Policiacas, sobre México, Puebla y el Mundo La verdad se perderá en un mar de plumas a sueldo que dominarán los medios. Y en la memoria colectiva quedarán las mujeres que, en su intento de hacer periodismo, fueron silenciadas, atacadas sistemáticamente y borradas del mapa. Si no es la ley ni la cordura, quizá la historia sea la que finalmente les haga justicia a las periodistas que enfrentan una doble agresión: ser mujeres y ejercer el periodismo. Pasen y lean “Voces en resistencia. Impactos de la violencia en la vida de periodistas” de CIMAC, un diagnóstico lastimoso y crudo que refleja la dura realidad que viven las profesionales del periodismo en México.
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