Vecinas, vecinos, terminó la campaña y ahora lo más importante es que utilicemos las próximas 72 horas para reflexionar sobre el voto. Hay muchos que ya definieron con anticipación por quién emitirán su sufragio, otros aún lo piensan y, unos más aún no se deciden, pero todos tenemos el derecho de analizarlo para que el domingo al llegar a las urnas, tomemos la decisión que creemos más conveniente.

Como sea, lo relevante es que este proceso sea sin el ruido del proselitismo que oficialmente llegó a su fin, sin intervenciones de candidatos ni de sus operadores, lo que siempre resulta difícil y que el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Electoral del Estado deben garantizar. A prepararse.

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Dicen que todas las coaliciones y partidos políticos ya preparan su operativo de movilización del voto, que los priistas bautizaron como el acarreo de electores, y que en un contexto de elección intermedia puede resultar contundente en los resultados. No es que se aplaudan esas prácticas, pero suceden, y en ese contexto, el que mueva más podría llevarse la elección.

En el PRI, saben de qué se trata y lo han hecho siempre.

En el PAN lo aplicaron con el morenovallismo y algunos aprendieron, aunque los llamados doctrinarios apuestan siempre al voto duro y al respaldo ciudadano.

En el PRD de plano no tienen mucho margen de acción.

Mientras que, del lado de Morena, en su corta historia electoral, saben movilizar a su propio círculo, a los suyos, lo que puede limitar el margen de acción.

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El que anda que trina es el candidato de Fuerza por México, Eduardo Rivera Santamaría, después de que el Tribunal Electoral del Estado de Puebla revocó su registro y no será, por el momento, considerado en los resultados de la elección del domingo. Debido a que las boletas ya estaban impresas, su nombre sí saldrá, pero los votos que se emitan a su favor serán para la candidatura que quede en su lugar.

Ya veremos que dice al respecto el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que cuentan con tres días para tomar una decisión, aunque luce complicado y el candidato lo sabe de sobra. Ni modo, para la próxima.

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La Comisión Nacional de los Derechos Humanos llamó la atención al gobierno de Miguel Barbosa Huerta por el desalojo de las estudiantes de la Escuela Normal Rural Carmen Serdán, de la localidad de Teteles de Ávila Castillo, que realizaron una protesta y de respuesta recibieron a la policía...

Es cierto que hubo infiltrados, hombres que nada tenían que hacer en la manifestación y que portaban palos, bombas molotov y otros artefactos, pero al final el organismo criticó el procedimiento porque se trastoca el derecho a la protesta.

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.