Por La Rascona*

¡Qué tal, vecinos y vecinas! Vaya cosas que dejó este megapuente, tan esperado por muchos y que será tan recordado por tantos más. La tragedia que pasó en San Pablo Xochimehuacan es algo no sólo doloroso sino indigno, que termina embarrando a autoridades actuales, anteriores y muy muy anteriores porque para nadie es un secreto que si una actividad fue beneficiada durante los últimos diez o doce años en Puebla ha sido el robo de combustible. ¿Lo peor? Como en toda tragedia siempre hay vivales que quieren sacar raja política del asunto, disfrazando su hambre de poder de buenas intenciones. Triste pero cierto. El hecho deja muchas preguntas en el aire. ¿Cuáles? Nada más y nada menos que el actuar del presidente auxiliar César Juárez González, quien pese a la tragedia sigue echando fiesta por el 38 aniversario de su sonido Fantasma. De hecho, muchos de los habitantes de San Pablo Xochimehacan lo responsabilizan a él directamente de lo sucedido, primero porque no lo han visto y seguido porque es él quien avaló la venta de predios donde pasan ductos de gas y combustible. Tal parece que para el presidente auxiliar conocido como “El Fantasma” fue más fácil aventarle la bolita a la administración anterior en lugar de afrontar las demandas que los pobladores tienen que hacerle por las minutas de compraventa que les dio, pobladores que ahora mismo están en riesgo de perder lo que les vendieron con engaños.

En pocas palabras, la “vieja confiable” de “El Fantasma” fue culpar a la villana favorita de la administración estatal. Es decir: me congratulo para que no me hagan nada. Este tema bastante escabroso tiene mucha cuerda, sobre todo después de que la regidora Elisa Molina, a quien señalan de omisión luego de que presuntamente “El Fantasma” le hiciera llegar un oficio donde notificaron el tema de una invasión de predios, señaló que César Juárez nunca quiso transparentar el tema de predios que, a decir de un documento enviado por la regidora, no corresponde a la ahora llamada “zona cero”. Eso sí, prometo estar pendientes de lo que vaya sucediendo con el tema.

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¿Se acuerdan cuando el gobierno del estado dijo que solapaba el incremento del pasaje con el pretexto de modernizar el transporte público? ¿Se acuerdan que las amenazas de que si no se hacían iban a retirar concesiones y otras cosas? Resulta que en la ciudad de Puebla circulan poco más de 300 vehículos con placas vencidas. Y dejando las placas de lado, ¿cómo ven los casi casi camiones de redilas en los que viajan? ¿Botones de pánico? ¿Choferes que lejos de imitar a Vin Diesel manejan con precaución? Así como que muy modernos que digamos no son las combis, los micros y los guajoloteros.

¿O qué opinan?

Vecinos, vecinas nos leemos mañana, recuerden que ya podemos estar en contacto directo y chismear más a gusto en [email protected]