Por La Rascona*

¡Vecinas y vecinos queridos! Ya me enteré que muchos de ustedes ya empezaron a reunir sus centavitos para irse a Qatar, y no precisamente al mundial sino a “catar” micheladas, pulques y mojitos estas próximas vacaciones de semana santa. Desde aquí les digo que si traen plan me lo invitan, porque a la gorra ni quien le corra.

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Lo que parece que anda corriendo es la versión del fin de la luna de miel que hasta hace unos días sostenía el gobierno del estado con el gobierno de la ciudad de Puebla, un ruptura que se anticipaba, para ser honestos, mucho antes pero que duró un poco más de lo esperado.

Y es que se los dije ayer, tarde o temprano la liga iba a reventar por lo más delgado, y lo más delgado suele ser casi siempre la paciencia de quien comanda las políticas locales. ¿El conflicto? Ya se la saben: la intentona de concesionar por diez años (tres ayuntamientos) los paraderos de autobuses en la ciudad, una medida que desde ya fue criticada por regidores de oposición y que no cayó muy bien en Casa Aguayo, primero porque cayó de sorpresa (esas políticas, suponían en la casona de El Alto, se consultan; y segundo porque hasta esta vecindad llegó el chisme caliente que tras la reunión privada que sostuvo el Ejecutivo estatal con el presidente AMLO el ánimo del primero no es el mejor del mundo y no sólo por la reprimenda sino por las peticiones no concedidas de uno y las demandas que no se podrán cumplir del otro). Y así es como llegó el día que rompió la quiniela sobre la tersa relación: “Y si algo se excede de las atribuciones de un ayuntamiento hay controversias constitucionales, para que se revise si es la ley como dicen o es la política. Y hay Congreso (...) Cuidadito muchachos, no quedamos que íbamos hacer diferentes, o sólo bajo el esquema de persecución se portan bien, y si no hay persecución empiezan a soltarse las alitas”.

Del otro lado, en una intentona por fumar la pipa de la paz antes que el fantasma del enfrentamiento entre capital y estado, de la persecución y bloqueos, de los descontentos en el pasado reciente, el alcalde Eduardo Rivera dijo

“La opinión del gobernador es muy interesante, es un hombre que conoce de leyes y apreciamos también la preocupación del congreso. En el gobierno municipal estamos obligados a actuar conforme a la ley, y mandata poder llevar a cabo esta concesión”, y además reiteró que no se viola la ley…

Por ahí queda en la memoria que cuando el gobierno del estado entabló una controversia constitucional por el control de la seguridad con el ayuntamiento anterior, pues ésta no llegó a buen término y se tuvo que retachar, dando paso a lo que desde la administración anterior llamó victoria de la autonomía municipal. ¿Se acuerdan? Va a ser interesante ver cómo avanza el tema porque además vienen otros temas en los que de un lado pueden apretar tuercas: parquímetros, transportes, casonas…

Y como si de remake de Civil War se tratase, una vez más hay #TeamBarbosa vs #TeamRivera (Pérez).

¿Qué tendrá ese apellido que se indigesta en los pasillos de Casa Aguayo?

¿Qué tendrá?

Vecinos, vecinas, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto:

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