En el Tribunal Superior no quieren que nada huela a Héctor Sánchez

*Por La Rascona 

¡Qué hay, vecinos, vecinas! Vaya día que nos trajo recuerdos de hace un par de años, todo por un helicopterazo en Aguascalientes. Así es, resulta que un helicóptero de Seguridad Pública de ese estado se desplomó, dejando sin vida cinco personas, entre ellas el titular de la dependencia Porfirio Sánchez Mendoza. Tras el lamentable hecho un viejo conocido de Puebla, Manuel Alonso García, asumió como encargado de despacho de la dependencia. Alonso, para rascar un poco la memoria, trabajó en la minigubernatura de Guillermo Pacheco Pulido, con Luis Banck y, yéndonos más atrás, con Enrique Doger. Eso sí, luego luego llegó y descartó que el desplome haya sido por atentado. ¡Ah, pero la cosa no es tan simple! Fíjense que hace un par de meses don Gobernador señaló directamente a Alonso de formar parte de La Hermandad, grupo acusado de participar en la liberación del líder huachicolero “El Grillo”, y de operar al interior de los cuerpos de seguridad temas relacionados con extorsión y cobra de cuotas.¡Qué tal!

El que sigue dando de qué hablar es él ya conocido por esta vecindad, el padre Rafa de San Martín Texmelucan. Aquí les había contado que trae varias corcholatas para suceder a la presienta Norma Layón y una de ellas es Filemón Ramírez, ese personaje turbio que todavía debe las facturas de la campaña pasada financiada por grupos de choque y ambulantes. Por eso, hoy tiene más de una cuenta pendiente con los poderosísimos Garzón del Círculo de Organizaciones Populares. Filemón está tan desesperado que ha buscado sumar a su bando al síndico municipal Horacio Cano. Ambos personajes se han reunido en varias ocasiones para negociar y, ¿Aque ni se imaginan quién ha sido el intermediario?, pues nada más y nada menos que el mismísimo padre Rafael Hernández, quien sigue sin entender que la iglesia no puede entrometerse en la política e insiste en sacar a candidato único, jugándole a las contras a Layón. ¡Hasta cuándo padre Rafa, hasta cuándo!

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El otro chisme caliente que hay en este vecindario es la renuncia del nuevo pero viejo enemigo público de la actual administración estatal, Héctor Sánchez Sánchez, quien desde Twitter anunció que no sólo se separa del Tribunal Superior de Justicia sino de la vida pública. ¿Por qué? ¡Ah!, pues porque hace meses se supo de las reuniones que tuvo en lo oscurito con el hijo de Antonio Gali Fayad, lo cual motivó el enfado del señor de Casa Aguayo y, ahora súmele una reforma al Poder Judicial que pasó más planchada que las camisas del Profesor Jirafales. Por lo pronto todos los que eran parte de su equipo ya fueron renunciados y dicen por ahí que la limpia aún no termina. Por lo pronto estén muy pendientes de Rubén de la Rosa, a quien señalan como el artífice de la caída de Héctor, pero esa es otra historia.

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Vecinas, vecinos, nos leemos el lunes. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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