¡Qué hay, vecinos, vecinas! Nos toca empezar una semana mocha porque un día más y se acaba el mes. Ahora sí que no sabemos si somos de aquí o de allá, o como la canción de Lucerito: “somos una veleta que nos lleva el viento”. O algo así decía, ¿no?

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Hablando de quienes no saben si andan en un partido u otro, o que de plano ni sus prioridades conocen, ahí tenemos a más de un aspirante a candidato o hasta operadores políticos, chambones o no, que se andan asomando por este vecindario poblano a la búsqueda de un famosísimo hueso. Ahí tienen a diputados suplentes de su partido de color azul que andan saltando a las filas de Morena, o al menos operan para ellos. Otros que vienen con rostro de PT pero dicen ser morenistas, otros azules que se andan metiendo el pie a sí mismos, morenistas que actúan de forma más conservadora que el community manager del Vaticano, autoritarios que dicen amar al pueblo, y un pueblo que la verdad ya no siente lo duro sino lo tupido. En verdad, ¿cuándo se dará cuenta la clase política que a quien menos importa sus maromas es a la ciudadanía, pero que también es la más afectada?

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La que ya no siente lo duro si no lo tupido es la exalcaldesa Claudia Rivera Vivanco, a quien sus astros parecen no sonreírle más. Primero, el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) la sigue trayendo en la tablita, tal parece que por consigna, pues ahora dice que la sancionará por violencia política de género. ¡Cómo ven! El tribunal determinó que las pruebas presentadas por la presunta víctima eran suficientes para decir que Rivera Vivanco ejerció violencia simbólica, psicológica, política, económica y de género contra una extrabajadora. Eso sí, me dicen que las pruebas presentadas son poco sustanciales, por lo que los abogados de la exalcaldesa van apelar en tribunales federales donde, dicho sea de paso, han ganado todas las batallas. Y es que la sanción de inscribirla cuatro años y cuatro meses en los registros local y nacional de personas sancionadas por violencia política contra las mujeres en razón de género, le impediría buscar una posible candidatura para 2024. Pero, no solo es eso, en días pasados, a su mamá, Eloisa Vivanco Esquide, por presiones internas, fue bajada de Presidenta a Comisionada Secretaria de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena. En su lugar, quedó como Comisionada Presidenta Donají Alba Arroyo, que aunque son del mismo bando, el mansaje que proyecta al exterior no es nada bueno. Ambos madrazos, el del TEEP y el de la Comisión, debilitan a Claudia y a sus aspiraciones políticas, ya que el título de Presidenta de su mamá le habría puertas a nivel federal. Ahora, los Claudios (Rivera Vivanco) esperan un milagro y que los astros les vuelvan a sonreír como en 2018 para que por paridad de género se cuele ya sea una candidatura, posiciones en el Senado y/o en la Cámara de Diputados, pero a excepción del exgobernador de Veracruz, nadie se ha sacado la lotería dos veces. Vamos a ver cómo avanza esta telenovela porque una cosa va quedando clara y es que a algunos miembros afines al fallecido gobernador Barbosa quieren seguir manteniendo abierto el frente de batalla contra Claudia.

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Ya para cerrar, no sé si con buenas o malas noticias, cuentan que entre las próximas bajas que se darán en el gabinte del gobernador Sergio Salomón Céspedes, está la tan esperada salida del secretario de Cultura, Sergio Vergara Berdejo. No me van a creer, pero resulta que se renuncia solito, que porque su figura ya está muy desgastada y él prefiere seguir haciendo negocios en lo oscurito. Así como lo lee, Vergara, antes de irse, le va a meter buena lana al Complejo Museístico de la Constancia Mexicana -esa que no pudo remodelar desde hace tres años que lo prometió- y sus empresas serás las contratistas. Se va, pero forradito de lana. Y les decía que no sé si son buenas o malas noticias, pues en su lugar suena para quedarse, y suena fuerte, nada más y nada menos que Anel Nochebuena Escobar, la exdirectora Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla con Gali Fayad y Banck Serrato. La misma que traía exposiciones que se le pagaban a su propia empresa, y la misma que promueve una carísima exposición de Leonardo Da Vinci, que no tiene ni una sola obra de Da Vinci exhibida, pero la vende como tal.

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]