Los Gamboa ya están haciendo de las suyas con los transportistas

¡Vecinas y vecinos! Dicen que, hace unos días, el cónclave de la panadería fue en Ajalpan. Dicen que los invitados sabían a lo que iban pero no se imaginaban que los iban a regañar. Dicen que un presidente municipal se inmoló para que lo apoyaran. Dicen que la oposición a Morena respira pero traga saliva amarga. Dicen que no ven claro, aunque ya lo tengan entendido. Dicen que 2024 será una tunda pero que sueñan con el milagro. Dicen que andan pidiendo apoyo, cash, operadores, pero que esos ya los tienen acaparados los del otro lado. Dicen que tienen miedo de enfrentar hombre contra mujer, pero es su sueño que así sea. Dicen que quieren cerrar filas pero no saben cómo. Dicen que hay compromisos pero nadie sabe para quién trabaja. Dicen que no importa con quién aliarse con tal de llevarse el triunfo. Dicen que están con un ojo al gato y otro al garabato, entre gubernatura y capital. Dicen que tienen temor de una ola guinda que arrastre una vez al team azul, con todo y priistas. Dicen, sólo dicen, que pueden ganar, por lo que sueñan ser el plan B de Casa Aguayo, en caso de que Morenacho sea candidato. Dicen, sólo dicen, que nadie duerme tranquilo, que las cuentas no les salen pero que quieren cuadrar todo. Dicen, pero sólo dicen, que la dirigencia estatal no tiene fe pero tiene acuerdos, por lo que un cambio de candidato sigue siendo posible. Pero eso es lo que dicen por ahí.

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En la Secretaría de Movilidad y Transporte ya empezaron a pasar la aspiradora; toda persona que tenga tufo a Elsa Bracamonte González está siendo removida. No importa si llegaron antes que Bracamonte, si era gente con experiencia o si daban resultados, lo único que importa en la nueva administración de Omar Álvarez Arronte es depurar y meter a sus perfiles policiacos para empezar a ingresar dinero… a sus bolsillos. ¿Sus métodos? La extorsión y mano dura contra transportistas, quienes ya empezaron a alzar la voz por la forma de actuar de los supervisores a cargo de Miguel Ruiz Durán, ex director de Seguridad Pública en Zacatelco y Amozoc con un pasado oscuro... Dicen que no solo los amenazan para soltar lana, sino que les roban documentos, les quitan placas así no más por sus pistolas y ni multas les ponen. Pobre dependencia parece que pasará todo un sexenio sin dar aunque sea tantitos resultados, pues además de estar corriendo al personal y metiendo perfiles sin experiencia, solo les queda poco más de un año. Y, como siempre, los platos rotos los paga, y muy caro, la ciudadanía que viaja en camiones chatarra, con choferes inexpertos, arriesgando su vida día con día. ¡Qué pena!

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Miren ustedes que la tragedia en Ciudad Juárez, allá en Chihuahua, prendió focos rojos en todo el país. En Puebla no es la excepción. Cada uno sabe su pecado, cada uno sabe las condiciones que guardan las instalaciones de las delegaciones del Instituto Nacional de Migración (INM). El secretario de Gobernación Julio Huerta Gómez dijo que aquí todo bien, aunque se sepa que todo mal. Son continuas las quejas de los migrantes sobre abusos y extorsiones de diversas figuras de autoridad, desde policías municipales, estatales y trabajadores del INM. Huerta dijo: “No son estancias migratorias, pero sí hay espacios que son albergues para los migrantes. Necesitamos revisarlo, es un asunto federal, pero se tiene que revisar para que no suceda una tragedia”. ¡Bien ahí! Hace un par de años, cuando aún vivía el gobernador Barbosa, un escándalo reventó en Puebla tras un “operativo” contra migrantes en diciembre de 2021, donde sacaron a centroamericanos y los llevaron al polideportivo Xonaca, donde antes de llegar estuvieron desaparecidos en los camiones. Un tema federal que bien debe ser atendido también por todos los niveles de gobierno, más porque Puebla es paso obligado para los hermanos centroamericanos que buscan alejarse de su país por la violencia o que sueñan con un mejor futuro.

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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