¡Saludos, vecinos, vecinas! ¿Ya contentotes con sus boletos para ir a ver al Rey Cucaracho, como le diría Araceli Arámbula, o andan que no los calienta ni el sol porque se quedaron esperando horas en la fila virtual para ir a ver a Luismi?

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Qué llevado el aún secretario de Cultura, Sergio Vergara Berdejo, quien luego de que dijera que ya habían cubierto los adeudos con trabajadores eventuales de la secretaría, y le cacharan en la maroma porque no era cierto, siendo que varios “colaboradores” -como les llama-, demostraran la falsedad, ahora salió a decir que de plano ya no trabajan en la secretaría.

¡Pero no se preocupen! No los corrieron, asegura el ocurrente secretario, sino que ellos renunciaron así porque así. ¡Achis, achis los mariachis!

¿Habrán “renunciado” porque no les han pagado y les deben meses de salario? No, verdad, no creemos esa barbaridad. Núncamente. Es falso de toda falsedad.

¡Ja! Pero, bueno, ya saben, ¡es Sergio Vergara!

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Oigan, vaya lío con los videos de la campaña #TocaGobernadora que se le adjudican al equipo de Claudia Rivera Vivanco.

Unos videos chabacanos cuyos detractores dicen que reproducen estereotipos machistas y otros que hasta misandristas. ¡Chale, pónganse de acuerdo!

No vayamos a creer que hay consigna por seguirle pegando a la exalcaldesa.

Lo cierto es que los videos son una ocurrencia medio maleta, pero también es cierto que una campaña que nace para viralizarse, sin pintar bardas, claro está, también lo es.

El equipo de apoyo de la cuatroteísta dice que no son ellos, la cargada dice que sí y a quien le endilgan la producción se deslinda, pero quienes critican la mera verdad y, aquí entre nos, pues deberían bajarle tantito a su doble moral que luego anda siendo denunciados por acosadores, deudores alimenticios y violentadores.

¿La campaña es buena? Pues si la medimos en que su misión no es contar una historia sino colocar en el colectivo la frase #TocaGogebernadora que ya hasta rolita sabadaba tiene, pues al parecer sí triunfó.

¿Nos gustó? No, pues no. Pero insisto: preguntémonos cuál es el propósito de esa aventurera campaña.

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Y en un nuevo capítulo de la telenovela “Esa barda es mía, tuya, ten, te la presto, acaríciala, bésala”, ya salió el alcalde capitalino Eduardo Rivera Pérez a criticar la más que abusiva e indignante contaminación visual.

Al son de “Si alguien quiere pintar que pinte en su casa, que agarré que se ponga a pintar y grafitear en su casa, pero no en el mobiliario urbano que es de todos los poblanos. Es un descaro, pasas en la Atlixcáyotl, la Recta Cholula, el Periférico, la autopista y es un descaro despoblado lo que se ha hecho con el mobiliario urbano”, el alcalde pidió que se revise el reglamento municipal para ver si se puede hacer algo para evitar la propaganda morenista.

Toca ver si también buscará quitar las pintas de los suspirantes de su partido, o aquellas bardas donde aparecen candidatos panistas del pasado que ya hasta gobernadores fueron.

Eso o, como dicen los vecinos llevados, aplicará la de a paja en el ojo ajeno. Ustedes, qué creen.

¡Por cierto! Sí, que quiten las pintas de las bardas, pero que no lo hagan las y los diputados y regidores blanquiazules que nomás hacen el oso y promocionan gratuitamente los nombres de las pintas.

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]