Gobierno da cerrojazo a la política de fabricar enemigos

¿Cuántos de ustedes andan derretidos, pegados al asfalto como chicle o de plano hechos vapor de sobaco?

Bueno, pues hay que darles las gracias a todas esas autoridades, empresarios y poblanos que tienen entre sus costumbres talar árboles, poner más cemento y podar los pocos y casi inexistentes arbustos como paletas Chupa Chups.

Ya ni la muelan. Luego se andan quejando de que no hay ni una sombrita en la cual esconderse.

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El que de plano se anda evaporando en Puebla es el mal llamado barbosismo, que no fue un grupo político consolidado, sino más bien una forma de ejercer el poder: arrebatado y condenando, muchas veces mintiendo y persiguiendo.

Tocó el turno de la exconfidente del difunto gobernador Miguel Barbosa Huerta, Verónica Vélez Macuil, a quien renunciaron del gabinete estatal luego que sobre ella pesen sendas auditorías.

Ya la habían enviado a la congeladora en el Sistema Estatal de Noticias donde llegó como directora, pero sin poder de decisión, un cargo que le duró muy poco.

Junto con ella empezaron a limpiar ese organismo informativo. Dicen los chismosos que cacharon movimientos sospechosos de bastante pero bastante dinero.

Con la marcha de Verónica se da un cerrojazo, espero que no momentáneo, a la política de fabricar enemigos en los medios de comunicación.

Ojito aquí: Renuncia Verónica Vélez de SET Noticias; periodistas aplauden su caída

Ojalá que esas prácticas no regresen, ni en este ni en otros gobiernos. Ojalá.

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El que sigue en los escándalos es el secretario de Gobernación, Julio Huerta Gómez, luego de los desafortunados comentarios misóginos y transfóbicos que realizó hace unos días.

Resulta que la diputada federal transgénero, Sandrá Luévano, pidió al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina que le metiera un jalón de orejas y además le pidió que lo capacitaran en materia de diversidad sexual.

Luego, el diputado local panista Rafael Micalco Méndez también dijo que el primo del fallecido Miguel Barbosa Huerta es ya una piedra en el zapato del gobernador Sergio Salomón, quien por cierto bien hizo en reprobar el comentario, calificándolo de “lamentable”.

Además nos dijeron que en la Ciudad de México un sonoro “¡me lleva!” se escuchó en el bunker de Sheinbaum.

Su equipo cercano cruza los dedos para que esto no siga dando vueltas en su entorno porque, antes de meterse a defender o minimizar los comentarios de su representante en Puebla rumbo al 2024, prefieren cortar por lo sano.

Vaya lío el de don Julio, ¿no creen?

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Tómelo con reservas, pero dicen por ahí que la estrategia del alcalde Eduardo Rivera Pérez, quien figura como el virtual candidato del PAN a la gubernatura, es dejar que se acuchillen entre morenistas para él llegar a partir plaza en el momento de la campaña.

Por eso, Rivera Pérez ha reiterado que no pedirá licencia todavía para empezar a recorrer el estado, como ya lo están haciendo las corcholatas morenistas a nivel nacional.

 “No, yo no voy a renunciar. Ni renunciar ni solicitar licencia; lo que les he comentado es que estoy al tanto y al pendiente del gobierno de la ciudad, no me va a distraer ahorita el proceso político electoral 2024, la tarea que tiene Eduardo Rivera es seguir siendo presidente municipal de Puebla, todavía falta mucho tiempo”, dijo el mandatario.

¿Cómo lo ven? ¿Será que le funcione? ¿O le comerán el mandado? Ya se verá.

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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