¡Vecinos y vecinas!

Vaya momentos caóticos lo que se viven en Puebla.

Tal parece que el más revuelto ambiente electoral es el escenario de fondo para la inseguridad de todos los días.

Las siete cabezas humanas abandonadas hoy en el Periférico Ecológico, más el homicidio en la zona de Zavaleta de la influencer Vielka Pulido y su pareja Joel Abraham, que de acuerdo con las investigaciones estaría involucrado en actividades ilícitas relacionadas con robo a transporte, vino a alborotar aún más la ya de por sí alterada percepción de inseguridad en la capital.

Como ya es costumbre, los deslindes de las autoridades no se harán esperar y dirán que es ajuste de cuentas, que no pueden hacer nada, que es culpa del gobierno estatal y, el estatal, dirá que es competencia municipal.

Una cosa sí les digo, quien quiera sacar raja política con el tema de la inseguridad es como lanzar un búmeran o escupir hacia arriba.

Recuerden que la seguridad corresponde a los tres órganos de gobierno y lavarse las manos es lo que menos necesitamos en estos momentos en los que la ciudadanía literalmente muere de miedo.

Lamentable.

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Decía mi abuelita que hay que terminar lo que se empieza.

Ese, era el lema de su vida.

Pues bien le valdría a los del fosfopartido Movimiento Ciudadano (MC) escuchar esa frase y hacerla suya.

¿Por qué lo digo?

¡Ah!

Porque luego de tanto arguende haciéndose los demócratas y defensores de los espacios políticos para las comunidades indígenas, recularon, se echaron para atrás y dijeron que “mejor ya no”, que “para otro día con más calmita” y retiraron la denuncia contra el PRI y Néstor Camarillo Medina por presuntamente agenciarse la candidatura indígena en la comunidad El Molino, de Zacapoaxtla.

Tanta polémica que se levantó, tantísimas  opiniones, sesudas unas y otras hechas con la bilis, que a la mera hora los de MC echaron para atrás todo.

La pregunta obligada que más de un vecino me ha hecho llegar es: ¿de a cómo el cañonazo?

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La molestia de un grupo de fundadores de Morena los llevó a tirar la casaca guinda y enfundarse la azul.

Ofrecieron su capital político al candidato Mario Riestra Piña y renegaron de Pepe Chedraui Budib como abanderado cuatroteísta a la capital.

Curioso, por decir lo menos, que Daniel Flores Meza y Bertín Soriano Álvarez se quejen y digan que no apoyarán a un político identificado con el morenovallismo y que al mismo tiempo le ofrezcan apoyo a otro morenovallista.

¡Caray!

¡Vaya nivel de congruencia que se andan cargando esos exmorenistas!

Eso sí, a ¿poco no se les ve bien el color azul?

Hasta esta vecindad dicen que no hay preocupación de desbandada al interior del Movimiento de Regeneración Nacional, que lo que aportaban Daniel y Bertín era pura polémica y discordia.

Lo que les preocupa, más bien, es la imagen de que Morena empiece a tener fugas al PAN y hasta al PRI.

¿Será que este cambio de playera de miembros de Morena perjudique al partido?

Eso, al final de cuentas, se sabrá en junio.

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“Alguien quítenle el celular a doña Elsa Bracamontes”, fue el grito que se escuchó entre los simpatizantes de Morena, luego de que la barbosista y defenestrada exsecretaria del Transporte saliera a echar tiros a diestra y siniestra contra el gobernador Sergio Salomón, contra los dirigentes de Morena, contra los partidos aliados como el PT y PVEM, así como contra personajes políticos como el diputado marvelita y archienemigo de los tinacos azules Toño López Ruiz, a quien le dijo que tenía vínculos con el exsecretario de Seguridad federal, Genaro García Luna, así como el exdelegado del CISEN, Ardelio Vargas Fosado.

Quién viera a doña Elsa tan arrojada ahora, lejos de la timidez y complacencia con la que se condujo al frente de la Secretaría de Transporte, donde prometió modernizar el parque vehicular y nomás no hizo nada, ya sea porque no quiso o porque no la dejaron.

Está retebuena y consolidada la unidad en Morena, ¿no creen?

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Vecinas, vecinos, nos leemos el lunes. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]