Jorge Estefan Chidiac es el titular de la SEP, pero quien opera es Gerardo Mejía Ramírez
Jorge Estefan Chidiac es el titular de la SEP, pero quien opera es Gerardo Mejía Ramírez
¡Ayayay, vecinos y vecinas! Con la novedad de que las trompadas, los piquetes de ojos, jalones de greñas y sillazos en la nunca ya empezaron en la panadería más azul y más maltratada del condado: el PAN. Justo en estos días en que les he dicho que era necesario un momento de reflexión, autocrítica y descargo de culpas, varios militantes del Partido Acción Nacional han estado mostrando su inconformidad ante la derrota estrepitosa, y por el mal actuar de la dirigencia, que –según dicen- actuó con soberbia y sectarismo, con discriminación de liderazgos y hasta con ingenuidad. La comida que convocó hace unos días Eduardo Rivera Pérez, donde insinuó que podría buscar otra vez la candidatura a la alcaldía, la candidatura a la gubernatura o hasta la presidencia del partido fue la gota que derramó el vaso. Muchos de los ahí presentes se sorprendieron y no supieron cómo reaccionar. Otros luego, luego, fueron con el chisme y los opositores empezaron a saltar. Genoveva Huerta Villegas fue de las primeras que tundió al grupo de Eduardo y Augusta, grupo que integra el ala ultraconservadora de Acción Nacional y que cobija el Yunque, por llevarlos a la derrota y por regresar, según sus palabras, 25 años atrás a Acción Nacional, a esos tiempos cuando no ganaban ni a las canicas. Ahora, Mario Riestra Piña, quien por más que ha querido se ha quedado con las ganas de ser alcalde, publicó una carta donde le pide a la dirigencia de Acción Nacional convocar a una sesión para echarse lodo y culpas, y dice: “lo peor que puede pasar es que el PAN siga exactamente igual”. ¡Tómala! Esas palabras suenan como ganchos al hígado para la actual dirigente, quien quitada de la pena ha dicho que si quieren, SI QUIEREN, se hace a un lado… ¡En diciembre!, justo cuando su mandato concluye. Riestra propone recuperar los procesos democráticos internos, algo que difícilmente sucede en un partido; acercarse a la juventud, algo que no le interesó al actual grupo en el poder; anteponer la inclusión y la pluralidad, algo que a todas luces no ha existido en los últimos años; abrirse a la sociedad, algo que les costará trabajo porque su base social es conservadora y cada vez más alejada de las exigencias de una sociedad actual; abanderar causas humanísticas, algo que quién sabe qué signifique; reflexionar sobre las alianzas, algo que pone en duda, al menos en Puebla, la continuidad del PRIAN. Para dirigir los destinos del blanquiazul, ¿quién les gusta? Lupita Leal Rodríguez, la chica rebelde que maneja la más política más progresiva dentro del partido conservador, y que abre la agenda al feminismo, la movilidad y el medioambiente. Solo falta ver si su amiga Genoveva se hace a un lado. Genoveva Huerta Villegas, quien ya fue, pero quiere volver a serlo, pero que acuestas trae una derrota estrepitosa este 2 de junio cuando compitió contra Claudia Rivera Vivanco por la diputación, y dejó a la morenista como la candidata a diputada más votada en Puebla. Genoveva, morenovallista primero, panista después, ha levantado la mano y puede presumir que con ella sí se ganaron elecciones. Mónica Rodríguez Della Veccia, quien no sólo fue relegada sino perseguida del panismo por el grupo de Augusta Díaz, y a quien bajaron de la contienda por una diputación. Más panista tradicional que Genoveva y Lupita juntas, ella ofrece crítica frontal al mero estilo del boxeo blanquiazul. Rafa Micalco Méndez, panista de cepa que ha fungido varias veces como diputado y que ha sabido navegar en las aguas del morenovallismo y del lalismo sin salir tan manchado. Mario Riestra Piña, el convocante público a la reflexión que también necesita una limpia antes de buscar la dirigencia u otro cargo público. Lastimosamente para él se le identifica como alguien que en el momento de los catorrazos le dio la espalda al morenovallismo que lo cobijó para refugiarse en el lalismo, al que, según dicen los chismosos, también le dio la espalda semanas antes de la elección. Edmundo Tlatehui Percino, el único panista que logró retener un municipio importante a través de la figura de su esposa Guadalupe Cuautle Torres. No tiene más mérito dado que en Morena le pusieron un candidato que no pudo librar las guerras internas de su partido, porque si nos vamos a los resultados, su gobierno fue desastroso. ¿De ellos saldrá la nueva dirigencia? Hagan sus apuestas… * Otro chisme que me llegó fue sobre el exdiputado expriista Gerardo Mejía Ramírez, quien se supone estaba en la precampaña con la exaspirante de Morena, Olivia Salomón Vibaldo, donde se presentaba como su asesor y representante. Pero resulta que su corazón y apoyo está realmente con Jorge Estefan Chidiac. Y, como no, si con un puesto inventado de secretario técnico del Pleno del Consejo Estatal de Participación Social en la Educación, opera y cobra en la SEP un nada despreciable sueldo. Resulta que en la dependencia encabezada por Estefan Chidiac, Mejía es el que mueve los hilos, porque el verdadero titular de la SEP anda en México, intentándose colocar en el gobierno federal -tal y como ya se los había dicho-, por su cercanía con Sergio Salomón Céspedes y por operar la elección en Puebla. https://movil.elpopular.mx/opinion/la-vecindad/2024/06/11/puebla-tendra-un-lugar-privilegiado-en-la-gestion-de-claudia-sheinbaum/ En pocas palabras, Chidiac es el titular de la SEP, pero quien opera es Gerardo Mejía, quien en lugar de atender los casos de acoso y denuncias contra maestros, está viendo cuántos días le quedan para también pegarse en el gobierno federal, ya sea por la vía de Olivia Salomón o por la de Estefan Chidiac. ¡Qué cosas! * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected] |
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