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¡Puebla se encuentra sitiada!

Miles de personas han sido secuestradas en la autopista México-Puebla. Sin deberla ni temerla, sufren atrapados en una lengua de asfalto que los devora poco a poco.

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¡Vecinas, vecinos!

Sin exageraciones, el bloqueo que sufre el estado desde hace casi dos días, a causa de las manifestaciones de ejidatarios de Santa Rita Tlahuapan, es una barrera que le impide ser uno de los accesos fundamentales para el comercio entre la zona sur con el centro del país.

Ni para atrás, ni para adelante.

Miles de personas han sido secuestradas en la autopista México-Puebla.

Sin deberla ni temerla, sufren atrapados en una lengua de asfalto que los devora poco a poco.

Sin comer, sin dormir, muchos enfermos, otros más a punto del colapso nervioso, expuestos a la inseguridad, los automovilistas viven una pesadilla.

Los ejidatarios exigen el pago por 36 hectáreas desde 1958, cuando se hizo la autopista México-Puebla.

Lo raro es que ya en 2018 el director del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Puebla, Javier Aquino Limón, actual secretario de Gobernacion y quien entonces trabajaba en el gobierno de Peña Nieto, les dio un cheque por 176 millones, un cheque que, según se dice, no estaba certificado.

Raro, ¿no?

También hay quienes señal que los entonces representantes ejidales se quedaron con mucho del dinero, por lo que ahora la intentona por obligar al gobierno a pagar es una desproporción, pues tendrían que presentar denuncias penales.

Más raro, ¿no?

A eso hay que sumarle que el presidente AMLO ya señaló a un grupo de abogados de querer sacar su moche y que son quienes les llenaron de humo la cabeza a los pobladores.

Rarisisísimo, ¿no?

Aquí las preguntas que caben hacerse son:

¿Quién tiene la razón?

¿Cómo se resolverá?

¿Cuánto tiempo podrán aguantar las personas varadas?

¿Esperan que haya una tragedia?

¿Qué límites entre el derecho de manifestación y el daño a terceros se rompieron?

¿Qué mano es la que mece la cuna?

¡Caray!

Lo que es cierto es que entre que los gobiernos federal y estatal se echan la bolita, bien se podría ayudar a las personas atrapadas, ya sea liberando accesos con el apoyo de la Guardia Nacional para regresar a Puebla, llevando alimentos y realizar jornadas sanitarias médicas.

Al parecer, en este caso el sentido común es el menos común de los sentidos.

¡Lamentable e indigno!

*

Vecinas, vecinos, me voy unos días de vacaciones, pero volveré pronto.

Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org

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