Y es que, tras la salida voluntaria, aunque no voluntariosa, de Fernando Rosales Solís, la pregunta del millón es: ¿Quién ocupará su lugar?
¡Vecinas, vecinos!
En el famoso arte de la palomeada, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) está en busca de su nuevo jefe. Y es que, tras la salida voluntaria, aunque no voluntariosa, de Fernando Rosales Solís, la pregunta del millón es: ¿Quién ocupará su lugar? Pero no se preocupen, que la decisión ya tiene un proceso clarísimo (nótese la ironía): seis candidatos en evaluación, la bendición de Omar García Harfuch y luego, si todo sale bien, un palomeo municipal. Democracia en su máxima expresión.
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Pero tranquilos, vecinas y vecinos, que hay variedad en el menú. Entre los perfiles en análisis hay civiles, militares y marinos. Vamos, que solo falta que propongan a un influencer para que de verdad tengamos un abanico de opciones digno de los tiempos que corren. Sin embargo, lo importante aquí no es quién sea la o el elegido, sino que tenga la capacidad de “trabajar de la mano” con el gobierno estatal y garantizar la coordinación con las fuerzas federales.
Es decir, que haga lo que le digan.
¿Cómo se elegirá al próximo secretario de Seguridad en Puebla capital?El secretario general de Gobierno municipal, Francisco Rodríguez Álvarez, dejó claro que el proceso seguirá la misma ruta que con Rosales Solís: primero se manda la lista a García Harfuch, quien, cual maestro de primaria revisando exámenes, pondrá la palomita a su favorito. Luego, el Cabildo de Puebla le dará el visto bueno, porque claro, la autonomía municipal es sagrada… pero no tanto. Ahora bien, lo que realmente hace interesante esta historia es el contexto de la renuncia de Rosales Solís. Recordemos que su salida no fue precisamente un acto de voluntad propia, sino el resultado de un incendio que llevaba días prendido en la corporación policiaca.
Entre manifestaciones de policías pidiendo su destitución, la exigencia de remover también al subsecretario de Operatividad Policial y, como cereza del pastel, el asesinato de dos elementos de la corporación, la crisis estaba servida. Pero, como suele suceder, aquí no se castiga, solo se reubica: Rosales Solís ahora tendrá un bonito escritorio en la subsecretaría de Política Criminal, Vinculación y Protección Civil a nivel federal.
Es el clásico “te vas, pero no te vas”.
Así que, mientras el gobierno municipal sigue en su casting para elegir al nuevo jefe de la SSC, las y los poblanos seguiremos viendo cómo la seguridad se debate entre decisiones políticas y el reciclaje de funcionarios. Ojalá que, más allá de la palomeada, esta vez sí se elija a alguien que realmente ponga orden, porque lo que menos necesita Puebla es otra crisis de seguridad con un titular que termine saliendo por la puerta de atrás. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
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