Periodismo con causa

Pobladores de Tlachichuca y Ciudad Serdán toman el Congreso para exigir justicia a favor de alcaldes detenidos por secuestro y extorsión

Los defensores de los González Vieyra no solo piden audiencia con la diputada emecista Fedrha Suriano Corrales, sino que amenazan con cerrar calles si no los atienden

La vecindad Podcast

Memorias del Crimen

¡Ah, vecinas y vecinos!

 

Las protestas, ese noble ejercicio ciudadano que nos recuerda que el pueblo tiene voz… y a veces, que también tiene una lealtad digna de un club de fans.

Porque, a ver, ¿qué tan comprometido debes estar con tu alcalde como para plantarte afuera del Congreso local con pancartas exigiendo su liberación, a pesar de que cuando lo detuvieron con armamento digno de una película de acción?

 

Conste que es pregunta.  

 

Y es que eso es justamente lo que pasó en Puebla, donde un grupo de pobladores de Tlachichuca y Ciudad Serdán salió a las calles con el grito de guerra: “¡Queremos justicia!” (porque, al parecer, tener un arsenal no es motivo suficiente para estar en problemas).

Su misión era exigir que su adorado Giovanni y su hermano Uruviel González Vieyra, ambos ediles reelectos por Movimiento Ciudadano, salgan del penal de Tepexi de Rodríguez como si esto fuera un malentendido burocrático y no un operativo del Ejército y la Marina.  

 

¡Cositas!

 

Pero aquí viene lo mejor, y es que estos defensores de los González Vieyra no solo piden audiencia con la diputada emecista Fedrha Suriano Corrales, sino que hasta amenazan con cerrar calles si no los atienden.

Porque qué manera de reclamar “justicia” cuando le complicas la vida a los automovilistas poblanos.

 

Más info, aquí: Con todo y sus alcaldes detenidos dice Movimiento Ciudadano que en Tlachichuca y Ciudad Serdán hay gobernabilidad

 

¿Qúe postura adoptó Movimiento Ciudadano con respecto a los hermanos Vieyra?

 Mientras tanto, en el otro lado de la historia, Movimiento Ciudadano ya tomó su distancia. Hace menos de un año, los hizo alcaldes, pero ahora prefieren hacerse los desentendidos.

 

¡Qué rápido cambian las cosas en la política!  

 

Y en cuanto a los cargos, nada menor: armas de uso exclusivo del Ejército, secuestro, extorsión… Vamos, que no los agarraron por pasarse un semáforo en rojo.

 

¡Pero bueno! 

 

En un país donde la política y el crimen a veces parecen compartir oficina, siempre habrá quienes defiendan lo indefendible.  

 Así que, mientras los González Vieyra esperan su destino tras las rejas, queda la pregunta: ¿Estos manifestantes realmente creen en su inocencia o solo extrañan los favores que les daban?

 

Porque aquí hay de dos: o son las y los ciudadanos más fieles del planeta… o aquí hay algo más que simple amor por la democracia.

 

¿No creen?

*

 

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. 

 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

 

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org

 

 

 

 

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa.