Pero qué bonito es cuando la democracia se ejerce con llantas quemadas, piedras en la autopista y automovilistas sudando la gota gorda por los caminos de terracería
¡Vecinas, vecinos!
Pero qué bonito es cuando la democracia se ejerce con llantas quemadas, piedras en la autopista y automovilistas sudando la gota gorda por los caminos de terracería. ¡Bienvenidos a Xoxtla!, pueblo mágico donde los desacuerdos políticos se arreglan como Dios manda: bloqueando la México-Puebla por 24 horas seguidas. Y si se puede más, pues más. Porque si algo hemos aprendido es que nada dice “escúchenme” como un embotellamiento de 20 kilómetros. Los vecinos de Xoxtla están molestos. Mucho.
¿Por qué?
Porque hace un año firmaron un acuerdo que ahora ya no les gusta. Y como lo firmó la administración pasada, pues eso ya no vale. Es como cuando le das “aceptar” a los términos y condiciones de una app, pero luego resulta que vendiste tu alma y dices: “Ay, no, eso fue en otra administración de mi vida”. La actual presidenta municipal, Guadalupe Ortiz —la del PVEM— heredó un municipio más quebrado que promesa de político en campaña.
¿Y qué hizo la anterior presidenta, Siyancan Peregrina?
Te puede interesar: Exalcaldesa de Xoxtla en la mira por 15 millones desaparecidos
Pues ahora está muy indignada desde su silla en Morena, y dicen que está echando leña al fuego y organizando protestas como si no fuera ella quien firmó los acuerdos por los que ahora todos están tan enojados. Pero eso sí, todo con causa: que si el agua no llega, que si los pozos están mal manejados, que si la red hidráulica es más frágil que relación de famosos. Todo válido. Lo que no termina de quedar claro es por qué se bloquea la autopista mientras no hay agua en las casas. O sea, ¿qué culpa tienen quienes solo querían llegar a su destino y ahora están haciendo pipí en una botella porque llevan parados desde el martes? Y lo más bello, vecinas y vecinos, es que dicen que primero van a llamar a una asamblea vecinal… cuando junten a las y los vecinos. Porque hasta ahora, la convocatoria ha sido más fallida que festival escolar con lluvia. Pero eso sí: “el pueblo decide”, aunque el pueblo, por ahora, esté más ocupado viendo cómo improvisar un camino por el monte para poder ir a trabajar. El chisme de fondo, porque esto es México y siempre hay chisme de fondo, es que Siyancan y Guadalupe se odian como telenovela de las nueve. Que si tú me quitaste la reelección, que si tú me dejaste el municipio hecho trizas, que si tú firmaste, pero no te haces responsable. Y mientras tanto, los vecinos siguen sin agua y los automovilistas sin paciencia.
¿La solución?
Según Gobernación, no pueden cancelar un acuerdo aprobado en cabildo. Es decir, ni modo, el acta no se borra con bloqueos. Pero eso no importa, porque en Xoxtla los conflictos no se resuelven con legalidad, se resuelven con piedras, pancartas y asambleas que nomás no llegan. Y así seguimos, sin agua, sin autopista, y con una guerra fría municipal digna de serie de Netflix.
¡Ni hablar! * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana
Acuérdense que el que se enoja pierde.
Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org |
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa. |