Si ven bots atacando, no es Mario Riestra; si ven bots defendiendo, no es Morena

Mario Riestra Piña, dirigente estatal del PAN en Puebla, se ha levantado con la frente en alto y el dedo índice bien limpio para decir: “Niego categóricamente que yo tenga bots”

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¡Vecinas, vecinos!

 

Pocas cosas más refrescantes que escuchar a un político diciendo: “Yo no fui”.

Y esta vez el galardonado es Mario Riestra Piña, dirigente estatal del PAN en Puebla, quien se ha levantado con la frente en alto y el dedo índice bien limpio para decir: “Niego categóricamente que yo tenga bots”.

Y por si no bastara con su palabra, lo dijo en X (antes Twitter, cuando aún había humanos), lo cual le da un aura de transparencia digital que todos podemos admirar.

 

¡Increíble!

 

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Según él, si va a insultar a Sheinbaum o a Armenta, lo hará de frente, con nombre, apellido y buena dicción, que eso de andar pagándole a cuentas con nombres como @PueblaLibre2030 o @LaVerdadDelSur_ no va con su estilo.

 

Porque Riestra es un caballero del debate.

Un Lancelot del comentario ácido.

Un paladín del tuit orgánico.

 

Claro, lo que pasa es que, coincidentemente, justo desde marzo empezaron a surgir cuentas bien sincronizadas que atacaban al gobierno estatal, federal, la Ley de Ciberasedio y hasta el color vino tinto.

Y claro que muchas de esas cuentas retuiteaban religiosamente a personajes panistas, como Genoveva Huerta o Carolina Beauregard, pero eso debe ser una coincidencia del algoritmo.

 

¿O quizá es amor verdadero en la nube?

Alberto Rangel Ortega, experto en monitoreo digital (sí, de esos que saben cuándo una cuenta es más falsa que abrazo entre diputados), aseguró que hay granjas de bots en plena operación, que los mensajes están alineados, que los hashtags son dirigidos y sospechosos.

 

Pero Mario dice que no.

Y si él lo dice, ¿quiénes somos nosotros para dudar?

 

De paso, Morena —que jamás ha usado bots, ¡ajá, sí como no!— exige que se investigue el uso de recursos públicos en esta supuesta campaña de odio. Porque, claro, tres tuits con memes de algún político en traje de baño son más peligrosos que la inflación.

Y mientras todo eso ocurre, Claudia Sheinbaum —la víctima estrella del trending topic— aprovecha para defender la Ley de Ciberasedio, esa noble pieza jurídica que, según ella, protege a mujeres, niñas, niños y adolescentes, pero que extrañamente indigna a periodistas, colectivos, la CNDH, Amnistía Internacional y al sentido común.

Así que, tranquilos todas y todos.

Si ven bots atacando, no es Mario Riestra.

Si ven bots defendiendo, no es Morena.

Si ven un tuit genérico con 12 retuits en tres segundos desde cuentas creadas en abril y con foto de Pikachu, puede ser cualquier cosa menos una estrategia.

 

Porque en este país, nadie usa bots. Los bots se usan solos.

 

Por lo pronto, Mario Riestra nos deja una lección: si van a hacer guerra sucia, háganla con estilo. Si van a negar algo, háganlo en redes. Y si van a decir que todo es coincidencia… namás asegúrense de que tus bots no usen el mismo IP.

 

¡Ah!, y recuerden que, en política, la única granja que importa es la de los votos. Todo lo demás son vacas digitales mugiendo por la libre expresión.

*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana 

 

 

 

Acuérdense que el que se enoja pierde.

 

 

 

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org

 

 

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