¡Ah, vecinas y vecinos!
La verdad es que ya no sabemos si reír, llorar o empezar a vender zapatos por catálogo para financiarnos un viajecito como los de la “austeridad republicana”. Y es que resulta que, desde Cuernavaca, la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, nos recordó que sus dirigentes, aunque tengan recursos —guiño, guiño— deben evitar exhibirlos. Porque claro, si vas a comprarte una chamarra de 20 mil pesos, por lo menos hazlo en la oscuridad de tu clóset, no frente a las cámaras. La “justa medianía” versión 2025: tenerlo todo, pero que no se note, porque el pueblo no debe enterarse de que también te gustan los trajes italianos y las vacaciones en Tokio, o usar relojes carísimos, o pagar cuentas de miles de pesos, o mostrar tu guardarropa en redes sociales.
Bueno, bueno, pero no se preocupen, vecinas y vecinos, que todo es un complot de la oposición, esa que “saqueó el país” y viajaba en avión presidencial con maquillista incluido.
Lo de ahora es diferente: no hay maquillista, pero sí vuelo a Japón, a Lisboa, a Madrid… y a Ámsterdam, como el de Layda Sansores, que a sus 80 años decidió celebrar su cumpleaños al estilo Eurotrip.
Eso sí, en medio de la inseguridad y la Ley Mordaza que tiene a periodistas campechanos con la lengua amarrada. Prioridades, le dicen.
Entre tanto, la lista VIP de la “austeridad discreta” incluye a Mario Delgado tomando café en Lisboa, Ricardo Monreal posando en Madrid, Andrés Manuel López Beltrán explorando Tokio y Sergio Gutiérrez Luna estrenando joyas y relojes que, según su declaración patrimonial, deben ser mágicos, porque no existen. Y todo mientras nos repiten que “no son iguales”… quizá no, porque ellos aprendieron a no presumir en Instagram (bueno, casi todos).
Así que ya se la saben, si son políticos y piensan viajar al extranjero, apliquen el método morenista.
Paso uno: digan que es con recursos propios. Paso dos: pidan que no los graben. Paso tres: acusen campaña de desprestigio. Paso cuatro: sonrían, que para indignados ya estamos nosotros… * Puebla, tierra de ángeles, iglesias… y calles que se desmoronan antes de que termine el corte del listón. Y es que ahora resulta que Mil Calles no solo era un programa de pavimentación, sino también un curso intensivo de cómo hacer que una vialidad dure menos que una promesa de campaña.
¿Los responsables?
Pues, según nos cuentan, habría que echarles un vistazo a los gobiernos de Eduardo Rivera Pérez y Adán Domínguez Sánchez, que ahora suenan más en las carpetas de investigación que en el ánimo de su séquito de seguidores blanquiazules. Miren ustedes que el alcalde Pepe Chedraui se puso el casco de inspector y salió a decir que encontró un cochinero de más de 500 millones de pesos en déficit, irregularidades en la Dirección de Normatividad y calles que parecen más decorado de película posapocalíptica que infraestructura urbana. Eso sí, desde el primer día, dice, ha estado entregando documentos a la ASE y la Fiscalía como si fueran cartas a Santa Claus. Con suerte, este año sí nos traen justicia…
Y por si alguien pensaba que los panistas iban a cerrar filas, pues no: Rafael Micalco, panista de cuño, declaró que no va a defender a nadie. Que si Eduardo o Adán metieron la mano donde no debían, que se les aplique la ley. Qué conveniente esta nueva era de conciencia selectiva: cuando estaban en el poder eran próceres, y ahora son... pues eso, gente que se investiga. Especial mención merece la 5 Sur, rehabilitada con cariño y presupuesto, pero ya mostrando grietas como si hubiera pasado por un sismo. Y qué decir de la Avenida Juárez, intervenida tantas veces que ya debería tener placa conmemorativa. Micalco dice que le quitaron los canales naturales de desagüe y por eso se inunda. Una especie de castigo divino por jugar al SimCity con dinero público.
¿Habrá sanciones?
¿Devolverán algo?
¿O nos tocará, como siempre, tragar camote mientras los responsables se van a otro cargo con fuero incluido?
Vecinas, vecinos, si ven un bache, no lo brinquen: tómense una selfie. Podría ser evidencia en la próxima audiencia. Y mientras tanto, que corra el pavimento… y también las denuncias. * Vecinas, vecinos, nos leemos el lunes.
Acuérdense que el que se enoja pierde.
Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org
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