- No importa la popularidad de la estrella: por actitudes o líos con estupefacientes, no caen muy bien a otros, ganándose la reprobación social
Agencia El Universal MÉXICO, DF.- Los excesos y las conductas erradas no sólo pasan la factura a nivel personal, sino también en el contexto social, pues varios países han cerrado sus puertas a varios famosos por considerarlos personas
non gratas. El cineasta Lars Von Trier atrajo el año pasado la atención que ninguna de sus películas había tenido. El marco del Festival Internacional de Cine de Cannes externó su simpatía por Hitler, situación por la que ganó el título de “persona non grata con efecto inmediato” del encuentro fílmico. "La verdad es que entiendo a Hitler", expresó Von Trier, durante la presentación de su película Melancholia. "No puede decirse que fuera un tipo estupendo... pero me cae simpático", enfatizó. Catherine Denueve lo defendió, pero sirvió de poco, lo mismo que las disculpas que ofreció después el cineasta. "Si he herido a alguien me disculpo sinceramente". Malquerido en EU Arath de la Torre será nombrado Mr. Amigo 2012 en lugar de Pablo Montero, pues le fue negada la visa para Estados Unidos en los próximos 10 años, a causa de su arresto en 2007 por portación de cocaína, asunto sin resolver. La Chica Dorada No pasó satisfactoriamente el antidoping para la visa en 2007, después la oficina de la cantante informó que Paulina no tenía problema con su visado y seguía entrando y saliendo de la Unión Americana, versión que Susana Dosamantes confirmó. La Diva trash del soul Amy Winehouse no obtuvo la visa estadounidense para los Grammy 2008; sus adicciones causaron su ausencia en el evento, donde ganó cinco premios. La historia se repitió dos años después, en el festival Coachella, en Indio, California. Gente VIP La socialité Paris Hilton, en 2010 viajó a Japón para presentar su línea de ropa y accesorios, pero el evento tuvo que cancelarse cuando se le negó la entrada al país; el motivo: su condena por posesión de cocaína. El cómico Russell Brand fue detenido y deportado en Japón por su historial de mala conducta. Las autoridades japonesas estipulan negar la entrada a aquellos que hayan recibido alguna condena por el uso de estupefacientes.
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