La Historia de México. con algunas “mentiras históricas”

El arqueólogo Eduardo Matos aclaró mitos y falsedades durante su intervención en el ciclo de conferencias por el 34 aniversario del hallazgo de la Coyolxauhqui  Agencia El Universal MÉXICO, DF.- En la arqueología e historia mexicana es común encontrarse con algunas “mentiras históricas” que a lo largo de los siglos se han venido reproduciendo hasta hoy, aseguró el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, durante su ponencia “Mitos y verdades en la historia mexica”, dictada en el marco del ciclo de conferencias por el 34 aniversario del hallazgo de la Coyolxauhqui. La leyenda Durante su participación, el arqueólogo aclaró algunos mitos y falsedades que se dan por hecho en la historia de los mexicas, como es el caso del símbolo fundacional de Tenochtitlán, que dice que cuando los aztecas llegan al valle de México se establecen en donde encuentran un águila devorando una serpiente sobre un nopal. “Eso se viene repitiendo y resulta que ni vieron un águila, ni devoraba una serpiente”, aseguró el arqueólogo. Sobre este mito, explicó el especialista, las crónicas del siglo XVI nos ofrecen diversas versiones. Entre ellas las de fray Diego Durán, en Historia de las Indias de la Nueva España, donde señala que el águila no devoraba una serpiente sino un pájaro “muy galano de plumas preciadas y resplandecientes”. Por otro lado, están los escritos de Fernando Alvarado Tezozómoc, quien ofrece la versión del águila devorando una serpiente. Ambos cronistas avalan el mito, pero lo que en realidad pasó, dijo Matos Moctezuma, fue que cuando los mexicas fueron expulsados de Chapultepec porque tenían problemas con sus vecinos, acudieron a Tezozómoc, gobernante de Azcapotzalco, quien les asignó un lugar para asentarse en medio del lago. A cambio los mexicas tenían que pagar tributo y ayudar en las guerras de conquista. “Los mexicas van y se asientan en el lugar que les asigna Tezozómoc, no en el lugar en que, como ellos quieren hacerlo ver posteriormente, Huitzilopochtli les había dicho que iban a ver su símbolo”, señala el arqueólogo. El mito del águila es creado por los mexicas para identificarse y representar a su dios Huitzilopochtli. Y es que, la fundación de ciudades antiguas, comentó Matos Moctezuma, siempre va acompañada de un mito que le da un carácter de sacralidad, para darles identidad. Barbado y de ojos azules Otro de los grandes mitos es el que Quetzalcóatl haya sido blanco, barbado y de ojos azules. “Esto es una mentira histórica que los frailes en el siglo XVI crean para dar una explicación a la deidad y encarnar a un apóstol que vino a evangelizar”. Matos Moctezuma aseguró que en torno a Quetzalcóatl se comenzó a crear la imagen de un personaje inexistente, al grado que en el siglo XVII, Carlos de Sigüenza y Góngora llegó a considerar que era Santo Tomás. Otra versión descabellada, comentó el arqueólogo, es la que señala el pensador del siglo XIX, Manuel Orozco y Berra, quien afirmó que Quetzalcóatl era vikingo. El dato La Malinche, Huitzilopochtli y la caída de Tenochtilan serán mitos que Eduardo Matos Moctezuma planea aclarar en una serie de artículos que publicará en la revista Arqueología mexicana.
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