** A propósito de la fecha, ofrecemos un recuento de algunas leyendas y relatos de apariciones que tuvieron su origen o se fortalecieron durante la Colonia Agencia El Universal Muertos que regresan del más allá en busca de venganza; amores imposibles, fantasmas, apariciones diabólicas o angelicales, almas en pena, demonios, seres sobrenaturales, son algunos de los relatos que pueblan el imaginario colectivo de la sociedad mexicana. Esos cuentos y leyendas llegan hasta nuestros días como relatos que nos permiten ver las creencias del México antiguo, su transformación a lo largo del tiempo o su perseverancia como mitos o leyendas vigentes en la memoria de los mexicanos. De acuerdo con la historiadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Mariana Pablova Norman casi todas las leyendas coloniales que hoy conocemos son una mezcla de la visión europea y amerindia, ya que quienes se encargaron de difundirlas, en las crónicas o en los diversos testimonios escritos fueron los españoles.
Según la historiadora, existen relatos que se pueden catalogar como "fantasmas amorosos", es decir, aquellos que regresan del más allá porque murieron a una edad temprana y no tuvieron la oportunidad de conocer el amor carnal o que vuelven al mundo de los vivos para reencarnar en otros cuerpos y revivir la pasión. En una categoría más pavorosa se encuentran las leyendas de los muertos vengativos: "Aquellos que regresan para exigir venganza al ser perturbados por alguna circunstancia, ya que sufrieron una muerte violenta ya sea por asesinato, ahogamiento o ajusticiados". Desde la época novohispana también era común las ahora llamadas "apariciones de crisis", es decir, las personas que mueren de manera repentina, pero que "les da tiempo de desdoblarse para avisar a sus seres queridos que han muerto o que están siendo asesinados". La Llorona Uno de estos relatos más emblemáticos en la cultura popular de los mexicanos es la leyenda de La Llorona, la mujer indígena cuya alma en pena vaga por las noches, después de haber matado a sus hijos y suicidarse por una decepción amorosa. El historiador Javier Ayala Calderón, investigador de la Universidad Autónoma de Guanajuato (UAG), recuerda que el personaje de La Llorona aparece por primera vez en los relatos coloniales, como una transformación de la leyenda de la diosa mexica Cihuacóatl o mujer serpiente, que presidía los partos y que, según la leyenda, poco antes de la llegada de los españoles emergió de los canales para alertar a su pueblo de la caída de Tenochtitlán y lamentaba la suerte de sus hijos. Apariciones en los conventos Un sitio propicio para las leyendas y relatos de apariciones, de carácter demoniaco o angelical, durante la Nueva España fueron los conventos de monjas, cuyas historias de apariciones tenían gran repercusión en la sociedad, porque "eran las profesionales de la religión" y, según el historiador Manuel Ramos Medina, director del Centro de Estudios de Historia de México Carso, este tipo de apariciones permitían reafirmar la presencia o adhesión al mundo religioso. Estas apariciones demoniacas, explica el historiador, eran comúnmente transmitidas por la Iglesia porque la gente se asustaba al conocer sobre esa clase de almas, y eso hacía que estuvieran más cerca de la institución religiosa, "como una forma de protección contra el demonio". Pablova Norman señala que estos relatos funcionan como testimonios de las creencias de una época pasada que deben ser rescatados para conocer mejor la ideología de esa época. El problema, señala la investigadora, es que las leyendas son orales, son transcritas por fuentes anónimas, sin ninguna referencia y pocas veces son fuentes fidedignas, aceptables o viables. |