Un cerebro privilegiado, Stephen Hawking

En uno de sus libros rechaza la hipótesis de Isaac Newton según la cual el Universo no puede haber surgido del caos gracias sólo a las leyes de la naturaleza sino que tuvo que haber intervenido Dios Agencias  Stephen William Hawking nació en Oxford, Reino Unido, un 8 de enero de 1942. Es uno de los físicos con mayor reconocimiento a nivel mundial. Estudió matemáticas y física en el University College de Oxford, donde se licenció en 1962. En 1966 se doctoró en el Trinity Hall de Cambridge. A principios de los años sesenta tuvo los primeros síntomas de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad degenerativa neuromuscular que no le impidió progresar en su actividad intelectual. Su interés científico se centró en el campo de la relatividad general, en particular en la física de los agujeros negros. En 1971 sugirió la formación, a continuación del big-bang, de numerosos objetos, denominados miniagujeros negros, que contendrían alrededor de mil millones de toneladas métricas de masa, pero ocuparían sólo el espacio de un protón, circunstancia que origina enormes campos gravitatorios, regidos por las leyes de la relatividad. En 1974 propuso, de acuerdo con la física cuántica, que los agujeros negros emiten partículas subatómicas hasta agotar su energía, para finalmente estallar. Ese mismo año fue elegido miembro de la Royal Society; tres años más tarde fue nombrado profesor de física gravitacional en Cambridge, donde dos años más tarde obtuvo la cátedra Lucasiana de matemáticas, misma que ocupó Isaac Newton. Sus esfuerzos para describir desde un punto de vista teórico las propiedades de los agujeros negros, así como la relación que estas propiedades guardan con las leyes de la termodinámica clásica y de la mecánica cuántica, se recogen en sus obras The Large Scale Structure of Space-Time (1973, en colaboración con G.F.R. Ellis), Superspace and Supergravity (1981), The Very Early Universe (1983), y el best-seller Historia del tiempo: del Big Bang a los agujeros negros (1988). Una de sus obras más polémicas es en la que afirma que la física moderna excluye la posibilidad de que Dios crease el universo: El gran diseño. Del mismo modo que el darwinismo eliminó la necesidad de un creador en el campo de la biología, el conocido astrofísico afirma en dicha obra que las nuevas teorías científicas hacen redundante el papel de un creador del universo. El Big Bang, la gran explosión en el origen del mundo, fue consecuencia inevitable de las leyes de la física, argumenta Hawking en su libro. De este modo renuncia a sus opiniones anteriores expresadas en su obra Una breve historia del tiempo, en la que sugería que no había incompatibilidad entre la existencia de un Dios creador y la comprensión científica del universo. "Si llegamos a descubrir una teoría completa, sería el triunfo definitivo de la razón humana porque entonces conoceríamos la mente de Dios", escribió en aquel libro, publicado en 1988 y rápidamente convertido en un éxito de ventas. En esa obra el científico rechaza la hipótesis de Isaac Newton según la cual el Universo no puede haber surgido del caos gracias sólo a las leyes de la naturaleza sino que tuvo que haber intervenido Dios en su creación. El primer golpe asestado a esa teoría fue la observación en 1992 de un planeta que giraba en órbita en torno a una estrella distinta de nuestro Sol. Opina también que es probable que existan no sólo otros planetas, sino también otros universos, es decir un multiuniverso. En opinión del astrofísico, si la intención de Dios era crear al hombre, esos otros universos serían perfectamente redundantes. Algunos de sus textos Breve historia del tiempo Agujeros negros, pequeños universos y otros ensayos La naturaleza del espacio y el tiempo El universo en una cáscara de nuez El futuro del espaciotiempo Dios creó los números: los descubrimientos matemáticos que cambiaron la historia La teoría del todo: el origen y el destino del universo La gran ilusión: las grandes obras de Albert Einstein El tesoro cósmico El gran diseño El número 21 Años, edad a la que le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la cual no le impide mantener su alta actividad científica y pública 3 años de vida le dieron los médicos después de su diagnóstico 1985 Año en empezó a utilizar un sintetizador de voz para comunicarse Algunos premios: 1976 Medalla Hughes de la Real Sociedad de Londres 1979 Medalla Albert Einstein 1982 Comendador de la Orden del Imperio Británico 1985 Medalla de oro de la Real Sociedad Astronómica 1986 Miembro de la Academia Pontificia de las Ciencias 1999 Premio Julius Edgar Lilienfeld de la American Physical Society 2003 Premio Michelson Morley de la Universidad Case Western Reserve 2006 Medalla Copley de la Real Sociedad de Londres 2008 Premio Fonseca de la Universidad de Santiago de Compostela 2009 Medalla Presidencial de la Libertad, la más alta condecoración civil de Estados Unidos
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