Voltea la literatura hacia la violencia

El escritor Emiliano Monge dice que es natural que la escritura tenga los ojos en la problemática principal que aqueja a un país determinado  Eugenio Hacha  Hay literatura que sabe hablar de la violencia y hay literatura que no, al menos eso cree el escritor mexicano Emiliano Monge, quien asegura que es natural que ésta expresión artística voltee a ver la problemática principal que aqueja un país como el nuestro, que en los últimos años se ha caracterizado por la ola de violencia que se genera, sobre todo en los estados del norte. Monge (Ciudad de México, 1978), estuvo en la ciudad para presentar su más reciente libro: El cielo árido. Es un escrito que el autor define como violento, pero que no tiene nada que ver con sicarios ni gatilleros, como las obras de escritores que la misma crítica literaria han denominado narconovela.   En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, el ganador del Premio Literario Jaén de Novela 2012, por su más reciente publicación, explicó que en México es normal que la literatura voltee el rostro hacia la violencia, “y más hacia la violencia del narcotráfico que es una realidad constante”, sin embargo cuestiona cuál es el papel que juega la violencia dentro de las letras, pues a pesar de ser muchos los autores que la retoman, sus textos están condenados al olvido. “Hay cosas buenas y hay cosas malas. Hay literatura sobre el tema que es muy buena y hay literatura que es muy mala, hay literatura que va aquedar y mucha va a desaparecer”. Pero El cielo árido no tiene que ver con la violencia actual del país, lo que sí trata de hacer es sentar las bases o hablar de los cimientos de la violencia que en la actualidad se vive, y para lograr que el lector se de cuenta de esto, Monge optó por darle vida a Germán Alcántara Carnero, personaje que a través de su vida da a conocer los ciclos de violencia que han estado presentes durante el siglo 20, sobre todo en zonas rurales, en espacios geográficos que pudieran ser de México o de otro lugar de América Latina. “Para mí era importante hacer un planteamiento de que la violencia no aparece por generación espontánea en México, que somos un país que ha estado siempre cercano, si no a la violencia, sí al conflicto, y en la resolución de este conflicto, de mayor o menor violencia, se habla del grado de civilización o de cultura que han alcanzado nuestras sociedades y nuestras individualidades”, dice Monge al explicar el origen de su texto. La vida de Alcántara Carnero aparece como una metáfora que es creada por el lector. En su narración el autor plantea a un ser que nace, crece, se reproduce y muere o morirá a la par de la violencia. Pero qué impulsó al escritor retomar a su personaje y a la violencia como columna vertebral de El cielo árido; la respuesta la da él mismo y dice: “Porque es la exigencia de la novela, yo quería contar, quería convertir la historia de una región, convertirla en una biografía, quería crear una historia a través de una biografía, y para eso necesitaba un personaje que pudiera representar en su ciclo vital, los ciclos de violencia en América Latina o en México en particular. Un personaje en cuya vida se refleja, a manera de espejo, estos ciclos”. Pero además Emiliano Monge quiere que con su novela los lectores se quiten los lentes de un marco moral y ético, de esa visión con que “las personas de la ciudad enjuiciamos a la gente del campo. Hablamos muy fácil de lo que está bien o mal, cuando el marco ético y moral es muy distinto en el campo. Es una novela que trata de despojar al lector de esa visión para que vean de otra manera las violencias rurales”, culminó. El cielo árido, una novela llena de violencia del escritor Emiliano Monge puede ser adquirida en distintas librerías de la ciudad y el país.
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