Descubre escenas de la mujer mexicana

A través de tiempo la industria cinematográfica ha plasmado la situación de la mujer mexicana determinada por su rol en la sociedad; conoce su evolución Raquel TORIBIO Entre la infinidad de sus tareas, el séptimo arte captura los fenómenos contemporáneos que más tarde pasan como una referencia cultural así como legado de una transición generacional del pensamiento. En este sentido, los aspectos ideológicos de una sociedad se retratan, se cuestionan y permiten establecer rupturas en busca de la trascendencia del conocimiento. De esta manera, el cine abre una gama de posibilidades en torno al papel que desarrollan los individuos que interactúan en sociedad en este caso, las mujeres. El papel de la mujer en la sociedad mexicana ha sido fundamental no sólo por la contribución sino por la intensa exploración y roles que ha desempeñado en casi un siglo de industria cinematográfica. Desde personajes complejos, arquetípicos hasta aquellos que desafían las convenciones sociales, una mirada en resumen de cuatro épocas del cine mexicano hablan de estas actrices cuyos personajes fueron el concepto de cada generación. ÉPOCA DE ORO DEL CINE MEXICANO Lapso comprendido de 1930 a finales de 1950, las cámaras mexicanas se extendieron por territorios inexplorables lo cual dio como resultado una intensa industria avalada por críticos, guionistas, actores y creadores. La urbanización de metrópoli enmarcaba el conflicto entre campo y ciudad, todo bajo una moral conservadora. De ahí que los personajes fueran en muchos casos eran amas de casa abnegadas, mujeres protegiendo su honra y sus aspiraciones eran más amorosas que profesionales. A escena llegan actrices como Dolores del Río y Sara García, en cuyas historias exaltaban al amor de un buen hogar. Por otra parte, las malvadas, las rumberas como Tongolele, mujeres que optaban por sus placeres eran juzgadas, y sólo podrían mostrarse en la comedia. CINE DE LOS AÑOS 60 Y 70 Al principio de los 60, los acontecimientos políticos así como las nuevas modas dejaron que poco a poco la rebeldía femenina se abriera paso. Actrices juveniles empezaron a ganar las pantallas al ritmo del rock and roll. El rostro de adolescentes como Angélica María, Patricia Conde y Julissa llamaban la atención en La juventud se impone o Fiebre de juventud con bailes prohibidos por una generación. Sin embargo, a finales de los 60 e inicios de los 70 las minifaldas eran un grito de liberación femenina, había un llamado a la libertad sexual con la pastilla anticonceptiva. De esta manera, una juventud soñadora que rompió esquemas sociales mostró cómo las niñas del hogar se convirtieron de pronto en mujeres dispuestas a explorar el mundo. Tal es el caso de actrices como Meche Carreño (La otra virginidad), Macaria (La fuerza inútil) y Ana Martín (¿Porqué nací mujer?) y el retorno de Angélica María (La verdadera vocación de Magdalena) como sex symbol. CINE MEXICANO DE 1975-1990 El drama social está enmarcado por la crisis económica. La industria mexicana se ve en un estancamiento presupuestal y debe enfrentar un declive asociado con la censura política. Los movimientos sociales reflejan a una mujer en su hogar sin ser devota a él, al contrario, ha explorado su cuerpo, su erotismo y no le basta con ser amada, ahora busca ser deseada. Para ello, las pantallas se llenan con una oleada de sensualidad y voluptuosidad del llamado cine de ficheras, o comedia erótica mexicana, donde actrices como Sasha Montenegro, Lyn May, Irma Serrano y Carmen Salinas reflejaban la situación de la clase media-baja con un contrapunto erótico. De esta manera, cintas como Las ficheras 2, Noches de cabaret, Las tentadoras, Blanca Nieves y sus siete amantes, entre otras, deleitaban la pupila masculina. NUEVO CINE MEXICANO 1990- ACTUALIDAD Una nueva época está a punto de concluir y otra por iniciar. El cine mexicano busca nuevos rostros, historias y los personajes femeninos empiezan a evocar una continuidad a la liberación de la mujer. Surge un contraste en la historia y la actualidad, la mujer deja de ser sólo un objeto y se convierte en un personaje complejo. Se tiene consciencia de que siempre rompió convencionalismos históricos pero que esa misma historia día a día la enfrenta a nuevos retos. El cine retrata con el rostro de Salma Hayek a personajes como Alma (El callejón de los milagros), quien su historia pasional la lleva a bajos mundos; sin embargo, con Frida se muestran diferentes facetas: esposa, artista y mujer. También Ana Claudia Talancón retrata a Catalina (Arráncame la vida), cuyo matrimonio no le impide desafiar a una sociedad enganchada por las apariencias. Sin embargo, los conflictos contemporáneos también se reflejan en el cine (La vida precoz y breve de Sabina Rivas), retos que personajes en el cine mexicano buscará romper.
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