Van de las gradas a la pantalla

El Mundial de 1986 en México fue una experiencia incomparable para muchos, cuando alrededor de 90 mil espectadores fueron testigos del inicio de la Copa del Mundo en el Estadio Azteca.

Aunque la gente andaba prevenida por los desastres que había dejado el terremoto en la Ciudad de México un año antes, de igual modo se agradeció que Colombia, sede original de la contienda, desistiera de la organización debido a las dificultades económicas, presiones comerciales y la exigencia de la FIFA (exigía 12 estadios con capacidad mínima de 40 mil personas para la primera fase, 4 estadios con capacidad mínima de 60 mil personas para la segunda fase, 2 estadios con capacidad mínima de 80 mil personas para el partido inaugural y la final, la instalación de una torre de comunicación en Bogotá, el congelamiento de las tarifas hoteleras para los miembros de la FIFA a partir del 1 de enero de 1986, entre otros). Todo ello dejó la cancha librepara que en México rodara el balón.

Al ser el segundo que se realizaba en el país, reconocido como una de las mejores ediciones de la competencia, fue un mundial muy especial que dejó muchas anécdotas históricas, como la del argentino Diego Armando Maradona, que se convertiría en Dios; los grandes Hugo Sánchez, Zico, Sócrates, Platini, erraban penaltis; y Gary Lineker se coronó como campeón de goleo.

La princesa azteca

Pero las historias no sólo quedaron en la cancha, se extendieron hasta las gradas, donde la afición entusiasmada aplaudía las victorias del encuentro.Una de las memorables historias de los asientos es la de Mar Castro, mejor conocida como La Chiquitibúm, una joven modelo que estudiaba Arte Dramático en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La joven estudiante se volvió famosa gracias a un comercial de Carta blanca donde, en medio de la fiesta deportiva y cantando la porra, se mostraba meneando su busto delante de la tribuna del Estadio Azteca.Su belleza y simpatía impactó a tal grado que se lanzó como modelo, trabajando para empresas como Halls, Dunlop y Carta Blanca, y también participó en la pantalla grande en películas como Lover and Basketball, Black Down y La Chica de la piscina.

Pero fue La Chiquitibúm la primera en marcar la tendencia, pues la belleza de las mujeres no deja de pasar desapercibida en el llamado juego más hermoso del mundo. La tradición que iniciara en México 1986 ha dejado el nombramiento de La novia del Mundial, una aficionada que lo mismo seguidores adoptan como emblema de bella durante la competencia.

Cuatro años más tarde, durante el Mundial de Brasil 2014, Cícera Alves de Sena, conocida como Amanda Bueno fue nombrada la Novia del Mundial, su belleza cautivó cuando en un entrenamiento logró superar la valla de seguridad y tomarse un selfie con el delantero Hulk y le entregó un cd con las canciones de su agrupación. Lamentablemente, la bailarina brasileña fue asesinada brutalmente por su novio Milton Vieira, hecho que conmocionó por un video de seguridad que mostrara el alto grado de violencia que ejerciera contra la chica, golpeando su cabeza contra el suelo y disparando en repetidas ocasiones con una escopeta.