Confirman que Keith Flint, cantante de The Prodigy, se suicidó

Liam Howlett, líder de la banda, anunció el presunto suicidio de su compañero en un desgarrador mensaje en la red social Instagram

Confirman que Keith Flint, cantante de The Prodigy, se suicidó
EFE | La muerte del cantante Keith Flint no esta siendo tratada como sospechosa Confirman que Keith Flint, cantante de The Prodigy, se suicidó

Es hallado muerto en su casa Keith Flint vocalista de la banda británica The Prodigy grupo de música electrónica qué disfrutó de grandes éxitos en la década de los 90s y comienzos del 2000, considerados pioneros en el género de música electrónica conocida como big beat.

El líder de la banda, Liam Howlett, anunció el presunto suicidio de su compañero en un desgarrador mensaje en la red social Instagram: "Las noticias son ciertas. No me puedo creer que esté diciendo esto, pero nuestro hermano Keith se quitó la vida este fin de semana. Estoy conmocionado, jodidamente rabioso, confuso y con el corazón destrozado…descansa en paz, hermano. Liam."

Las autoridades fueron alertadas esta mañana en torno a las 8:10 GMT y cuando llegaron a la vivienda del cantante, ubicada en la ciudad de Dunmow, encontraron a Flint muerto.

"La muerte no está siendo tratada como sospechosa y se está preparando un informe para el forense," indicó en ese momento la policía, antes de que Howlett asegurara que se trata de un suicidio. La banda expresó en un comunicado su "profundo shock y tristeza" por el fallecimiento de Flint, al que calificó de "un pionero, innovador y leyenda".

"Le echaremos siempre de menos," agregaron los otros dos integrantes de la formación, Howlett y Maxim (vocalista).

El cantante de aspecto punk acababa de regresar al Reino Unido de una gira por Australia y en mayo tenía previsto un tour por Estados Unidos.

Tatuajes, crestas de colores, piercings y estrafalarios atuendos eran la carta de presentación de Keith Flint, cantante del grupo británico The Prodigy, que este lunes, con 49 años, decidió terminar con su paso por este mundo.

Fue de la mano de Howlett, allá por 1989, como empezó su dilatada carrera musical, en la que llegó a vender treinta millones de discos. Los dos británicos se conocieron en una fiesta rave (del verbo inglés to rave, delirar, derivado a su vez del sustantivo francés reve, sueño), y eran conocidos por sus desenfrenos y música underground.

Ambos conectaron rápidamente al ver que compartían su gusto por la música electrónica "dura" y diferente. Ese fue el germen de The Prodigy, donde durante los primeros seis años Flint, nacido al este de Londres en 1969, actuaba sólo como bailarín.

Con el vocalista y rapero Maxim como tercera pata de la agrupación, 1996 supuso un antes y un después para una banda que hasta ese momento se había desenvuelto en la marginalidad.

Y fue gracias a la letra y voz de Flint con el single Firestarter, como el trío terminó de despegar y el bailarín paso a convertirse en su buque insignia.

La canción destronó de las listas de éxitos a How Deep is Your Love de Take that y vendió más de 600.000 copias en el Reino Unido.

La actuación de Flint en el video musical del tema en blanco y negro era tan escalofriante que las televisiones acordaron no emitirlo antes de las nueve de la noche porque aterrorizaba a los niños.

Impulsado por el éxito de Firestarter, el tercer disco de The Prodigy, Fat of the land, que incluía otras de sus canciones más icónicas Breathe, se colocó rápidamente en el número uno en Estados Unidos y en el Reino Unido, y vendió varios millones de copias en todo el mundo.

A pesar de su salto al mundo mainstream, su música no se vio nunca sometida a los caprichos de las modas musicales y se mantuvieron fieles a su estilo, inclasificable dentro de los géneros convencionales.

Con la única excepción de su disco debut en 1992, Experience, los siete álbumes de la banda, el último, The Tourist lanzado en noviembre de 2018, han alcanzado el número uno en las listas de éxitos británicas.

Un hito que les sitúa a la altura de figuras como Elton John, Paul McCartney, George Michael o Coldplay, todos ellos con siete álbumes números uno. En una entrevista con el diario The Guardian en 2015, Flint lamentaba que en la música actual nadie se atrevía a ser "peligroso".

Sus incendiarios conciertos pusieron de manifiesto que ellos sí se atrevían a salirse de lo establecido y con su fusión de tecno, breakbeat y house, dieron espectáculos que no pasaban desapercibidos.

Siempre tuvo una actitud transgresora en la que también jugaron su papel las adicciones.