Mis letras tienen tintes sociales: Angie Rocker

¿Cómo surge Angie Rocker?

—Se creó formalmente hace unos años. Anteriormente había estado participando en otras dos bandas donde aprendí mucho pero me di cuenta que lo que realmente quería era ser solista

Aparte estaba desarrollando mi parte periodística eso me hizo conocer más a la parte artística; que me rodeaba y eso me impulsó más a aventurarme en una carrera solista.

¿De dónde surge el nombre y de qué temas habla tu música?

—El nombre prácticamente lo fui adoptando, pero en sí la conceptualización para lanzar el proyecto tardó un poco. Pues al estar igualmente entrevistando a otras bandas, no quería caer en lo cotidiano a la hora de exponerse a otras bandas; quería definirme y hacerlo mejor. En ello conocí a muchas mujeres, que me abrieron las puertas para poder enfocar mi trabajo hacia el camino que quería y eso me ayudó mucho.

¿En qué te inspiras?

—Las letras tienen tintes sociales pero realmente no me gustaría ser una abanderada de ningún movimiento, pues creo que todos tenemos distintas perspectivas de ver la vida y mis canciones hablan de mi propia visión.

Hablo de las cosas que me han pasado; puedo decir que la mayoría de mis canciones hablan sobre el amor o las relaciones personales y la violencia, porque coincide que en Puebla empezaron a pasar más cosas que afectan mi entorno y al mismo tiempo estaba escribiendo mis canciones; eso influyó mucho para que yo concentrara mi discurso en esta.

Realmente no quiero ser panfletaria de ningún tema, pero la situación por la que pasa el estado me afectó y quería contarlo. 

¿De dónde surge Daño?

—En un principio queríamos que se llamara Daño colateral, aunque este EP quiere mostrar tres canciones complementadas con otros discos: Todo me parece mal surge de un concepto de frustración; la letra es pesimista, realidad a la que muchos estamos inmersos. Humano es una reflexión para los controladores; y Si desaparezco, grita, que habla sobre la violencia de género y los feminicidios que han surgido en nuestro país.

Es un mensaje que quería darles a mis padres de que yo no tengo la certeza de que podré llegar con bien a casa, pero sí me gustaría que todos pudieran escucharla, pues es una gran realidad la que vivimos en estos momentos y da pauta a una reflexión.