Un grupo de habitantes de comunidades y ejidos ha llevado a cabo una medida de protesta en la carretera México-Toluca, bloqueando el tráfico en ambos sentidos.

Su objetivo es hacer un llamado al gobierno federal para que tome medidas enérgicas contra la devastadora tala clandestina que está ocurriendo en el Gran Bosque de Agua, ubicado en los municipios de Ocuilan, Xalatlaco y una parte de la Ciudad de México.

Los comuneros responsables del cierre de accesos al Parque La Marquesa y a la vía de cuota, específicamente en el kilómetro 25 conocido como La Venta, denuncian que la tala ilegal en esta zona se está llevando a cabo sin cesar, sin importar la hora del día.

A pesar de haber presentado denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), sus reclamos parecen haber sido ignorados hasta el momento.

Diversos miembros de las comunidades indígenas Tlahuica, Otomí y Mazahua, han alzado su voz exigiendo acciones inmediatas para proteger el bosque y evitar la escasez de agua.

Con determinación, han expresado su llamado a la justicia para preservar sus bosques, poniendo fin a la tala clandestina que ha sido ignorada por el gobierno.

Conscientes de que este bosque provee agua tanto a la Ciudad de México como a Toluca, han dejado claro su deseo de encontrar una solución.

Además, han solicitado una reunión entre la próxima gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez Álvarez, y el presidente de México, para abordar de manera prioritaria esta problemática.

Durante su campaña, la hoy gobernadora electa se comprometió a combatir la tala clandestina en Ocuilan y revisar los permisos otorgados para la tala de árboles.

Por lo tanto, confían en que se cumplan estas promesas y se tomen medidas contundentes para preservar el bosque y asegurar el suministro de agua para las comunidades afectadas.