Batalla de Puebla, una victoria para la moral mexicana
En 1862, el ejército del general Ignacio Zaragoza se convirtió en un fuerte humano impenetrable para los invasores franceses
La batalla del 5 de mayo de 1862 es el acontecimiento militar más importante de nuestro país y motivo de orgullo para el pueblo mexicano ya que, por primera vez, el Ejército venció a un cuerpo militar mejor preparado. La ciudad de Puebla se convirtió en un fuerte humano impenetrable comandado por el general Ignacio Zaragoza. HistoriaPor no pagar sus deudas con Europa debido al precario erario público, resultado de la guerra de reforma, el puerto de Veracruz fue invadido el 15 de diciembre de 1861 por una fuerza española de 6 mil hombres que no encontró resistencia. El 9 de enero de 1862, se unieron 3 mil franceses y 800 ingleses. En octubre de ese año, España, Inglaterra y Francia se reunieron y decidieron invadir México a través de una Alianza Militar Tripartita. Los invasores ingleses y españoles salieron del país, ya que los franceses sabotearon las pláticas para obtener el pago pacífico de las deudas. Napoleón tercero buscaba en lo secreto establecer un Imperio Mexicano. Los españoles querían recuperar el dominio de México, ya que habían perdido colonias en América; Inglaterra, contaba con un gran poder industrial y financiero y su imperio se había extendido por Asia y África, pero también querían extenderlo en América. El imperio Francés se había desarrollado mucho en Europa y quería abrir nuevos mercados y establecer ricas colonias mineras. Ibéricos y británicos cumplieron con los acuerdos, pero los galos no y mandaron tropas para invadir el país, lo que significó el fin de la alianza. Invasión francesaEl país de Montesquieu tenía las más grandes y mortíferas tropas de aquella época. El presidente mexicano, Benito Juárez, convocó a toda la población para hacer frente a los franceses y formó un ejército de alrededor de 4 mil 800 hombres. Fue el 2 de mayo de 1862 cuando el ejército francés se dirigió a la Ciudad de México y pasó por Puebla con la convicción de que allí serían aplaudidos por los opositores de Juárez, ya que la mayoría de sus habitantes eran partidarios de la intervención; sin embargo, el mandatario ordenó al general Ignacio Zaragoza atacarlos. El general mexicano fortificó los cerros de Loreto y Guadalupe, con sólo 6 mil 700 hombres escasamente armados; la mayoría de la población, partidaria de la intervención, se negó a apoyar al ejército mexicano. El 5 de Mayo, el general Laurencez, al mando de las tropas francesas, ordenó penetrar a los fuertes de Loreto y Guadalupe, que defendían la ciudad de Puebla al mando del general Zaragoza. Los franceses fueron rechazados con grandes pérdidas al intentar tomar los fuertes poblanos en varias ocasiones; tuvieron que abandonar el campo y retirarse derrotados. Al final el general Ignacio Zaragoza mandó un mensaje telegráfico al presidente Juárez, que decía "Las armas nacionales se han cubierto de gloria". En un recuento de la memoria, vale decir que el orgullo no radica en su aspecto sangriento y mortal, sino en que se trató de un acontecimiento que elevó la moral del pueblo mexicano, ya que en aquel entonces, estaba sumamente desanimado por lo que se visualizaba como un hecho que México sería invadido. |