“El ensayo no es una ciencia exacta”: Fernanda Solórzano

Conversó en entrevista sobre los temas que recorren su libro Misterios de la sala oscura. Ensayos sobre el cine y su tiempo

“El ensayo no es una ciencia exacta”: Fernanda Solórzano
Alejandro CORTÉS | Hila pequeños relatos con la forma del cine “El ensayo no es una ciencia exacta”: Fernanda Solórzano

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La forma en que las películas influyen en el sujeto se da sin que él mismo se dé cuenta, y las influencias que ejerce son muy profundas, así lo cree la escritora y crítica de cine Fernanda Solórzano, para quien, ya sea cine "comercial", de "culto" o de "autor", las imágenes en pantalla llegan siempre a alguna parte receptiva importante de las persona.

Para la escritora, las fuerzas culturales, políticas, sociológicas o económicas,alimentan los filmes, y es esto también una parte fundamental a la hora de acercarse a ellos.

Solórzano platicó en entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, sobre éstos y otros temas que se abordan en su libro de reciente publicación Misterios de la sala oscura. Ensayos sobre el cine y su tiempo.

¿Cómo comienzan tus investigaciones para la creación del libroMisterios de la sala oscura. Ensayos sobre el cine y su tiempo?

-La idea no fue súbita, poco a poco fue naciendo la necesidad de explayarme un poco más de lo que hago normalmente en las críticas a corto plazo, o que tienen una temporalidad de acuerdo con lo que se estrena, o que te exigen un número de caracteres, en fin, todo lo que tiene imposiciones de fuera. Siempre siento que me quedo con ganas de algo qué decir, y además de jugar un poquito más con los textos, las críticas también te exigen, a veces, plantear una hipótesis y llegar a una conclusión y ser muy convincente; y el ensayo, por el contrario, te invita a no necesariamente ofrecer una respuesta, incluso a proponer algo que puede ser un poquito descabellado, pero no hay nadie que te juzgue, el ensayo no es una ciencia exacta. Entonces, fueron ganas de ejercer un poco más la escritura como tal, a propósito de algo que me gusta tanto como es el cine, no es tanto un libro de crítica cinematográfica, sino un libro de ensayos a propósito de ciertas películas.

Haces referencia a Walter Benjamin, ¿qué hay de la masificación del arte?

-Creo que es más importante hablar de los contenidos de dicho arte, creo que de una película nunca vas a poder decir "hay una copia original", no sirve de nada decir "tengo la copia original y vale más que cualquier otra", sino ver de qué manera podemos hacer que las películas lleguen al mayor número de personas en la mejor calidad de reproducción posible. Y esto nos lleva ya al tema de las plataformas y el cine por internet y demás, que es un tema muy complicado. ¿Qué es mejor: el cine en 35 milímetros exhibido en una pantalla o el cine digital exhibido en plataformas? No lo sé, en tanto que es mejor cine el que se vea, que el que no se vea, a veces la exhibición limitada hace que muchas películas no lleguen a donde podrían llegar.

¿Cuál sería la relación entre el cine y el inconsciente colectivo?

-Directísima, porque yo que creo que el cine opera sin darnos cuenta. No vemos una película con la guardia alta ni a la defensiva, y sin embargo, los mensajes que recibimos de esa película y las influencias que nos ofrece, penetran de formas muy profundas, y la prueba está en cómo décadas después seguimos recordando cómo una película nos marcó de cierta manera. Entonces, sí, creo que las películas van sembrando arquetipos en el inconsciente colectivo, sobre todo porque en ese sentido, al que se le llame cine comercial o cine de entretenimiento, a veces es mucho menos inofensivo de lo que se cree, siempre dices: "esta película la voy a ver nada más para entretenerme", pero no, nunca es eso, porque no sabes qué de una película va a hablarle a una parte de ti que está receptiva a algo. Es muy poderoso el cine.

Entonces, ¿marcarías diferencia entre el cine comercial y el llamado cine de culto?

-Me incomodan un poco esas etiquetas porque para lo único que acaban sirviendo, es para que la gente le tema a cierto tipo de cine, siendo que si una película es buena te va a atrapar. Es verdad que muchas películas se hacen con la intención de recuperar lo que se invirtió, entonces caen en fórmulas muy evidentes, que todos podemos reconocer esas películas, a veces son buenas películas también, a veces la formulas están bien cocinadas, tampoco hay que quitarles el mérito de ser una buena película. Creo que lo mejor sería hacer una distinción en los términos de producción, si es una película con una inversión altísima que se piensa recuperar, pues es una película comercial industrial; si es una película con pocas personas y en donde hubo una idea de un autor al que le costó mucho trabajo llevarlo a cabo, tal vez es cine de autor, pero a veces esa película puede llegar a tener millones de espectadores, entonces ya en qué categoría la colocas. Creo que todo es muy subjetivo y todo es muy relativo y que no debería de servir para alejarnos del cine, no debería servir para estigmatizar.

Retomas películas que han reflejado y marcado ciertos momentos en la historia, ¿cuál sería la importancia de la permanencia de estas películas que, sin duda, han sido trascendentes?

-Yo creo que es un diálogo. Las películas no existirían sin todas las fuerzas culturales, políticas, sociológicas, económicas que las alimentaron, pero, a la vez, esas películas ya son un paradigma de muchas de las ideas que se reflejan ahí. Creo que así como en el siglo XIX la literatura fue una especie de educación sentimental importante, el cine lo fue en el siglo XX y, sobre todo, ahora parte del XXI. Entonces, creo que a veces cuando hablamos de una película no nos estamos refiriendo nada más a un relato ni a un grupo de personajes, sino a una manera de ejemplificar cosas que queremos decir. A veces la ficción nos permite dar a conocer ideas, o sentimientos, o formas de pensar de manera mucho más clara que a través de un discurso, y curiosamente las películas que mejor lo hacen son las que menos plantean panfletos, sino las que son mucho más sutiles en su mensaje. Creo que estás películas lo logran, que plantean grandes ideas alrededor de importantes temas, pero no se plantean a sí mismas como una película sobre la violencia, ni una película sobre el feminismo, sino que eso se desprende y en eso radica su fuerza.

El último tango en París, La naranja mecánica, ForrestGump, ¿por qué específicamente éstas?

-Es una lista muy arbitraria, es una lista que por cada película que entró quedaron fuera muchísimas, pero es sólo un ejercicio porque en realidad no es tanto un libro sobre películas, sino un libro sobre cómo acercarse al cine en general, para lo cual ciertas películas son idóneas. Son películas que claro, han dejado una huella en mi generación, en la generación anterior, en las generaciones que siguen, entonces sí tienen algo que no tienen otras, tienen una fuerza de permanencia mucho mayor, y también ese fue un criterio para elegirlas, por eso no hay películas del siglo XXI, porque creo que tenían que pasar la prueba del tiempo, son películas que han representado momentos importantes también dentro de la historia del cine, pero a lo que quiero llegar es que de ninguna manera es una lista definitiva de nada, es simplemente una muestra.

Al ser ensayos y no específicamente una crítica, ¿qué acercamiento ofreces a estas películas reconocidas?

-En efecto, son películas que por ser tan populares se ha escrito muchísimo de ellas. Vamos, tú puedes googlear El padrino y hay más ensayos de El Padrino que lo que sea, para mí era un reto encontrar un ángulo distinto, y es en donde entra la parte más ensayística. Yo lo que intento hacer en cada uno de los ensayos es proponer asociaciones de ideas dentro de la película que son muy subjetivas, y no tengo ningún problema con que disientan con ellas. Es llevarlos no nada más a la historia de las películas, ni de los directores, ni de los actores, sino a ver qué pueden tener detrás, qué había de ellas que refleje algo de su autor que tal vez ni su autor estaba tan consciente(...). Entonces, traté de encontrar esos hilos encubiertos, tejidos, dentro de cada película que a lo mejor no son evidentes y que,probablemente, no son verdaderos, pero que puede hacer más placentera la película.

¿Qué van a encontrar los lectores cuando se enfrenten a las páginas de Misterios de la sala oscura?

Algo que me ha gustado mucho escuchar y lo digo para que se les antoje, es que no sé esperaban que el libro les entretuviera, o los enganchara, quizá porque a veces se asocia un libro sobre cine con algo teórico o con algo que presupone conocimientos sobre las películas, o un lenguaje especializado, o estar en contacto con la crítica y yo no quise que eso fuera mi libro porque eso aislaría a muchísimos lectores, lo que se van a encontrar son ensayos que no parecen ensayos, son pequeños relatos que se van hilando, un poquito con la técnica del cine que es editando y logrando que las escenas, depende de cómo van acomodadas, den un sentido final. De pronto van a decir: "¿por qué ahora me estoy yendo por este otro camino que no tiene nada que ver con el camino anterior?". Yo les propongo dejarse ir porque en algún momento esos dos caminos se van a encontrar. Es un libro que pretende que nos encontremos todos dentro de ese gran fenómeno tan misterioso que es el cine.

Fernanda Solórzano (ciudad de México, 1971). Es crítica de cine, ensayista y editora. Estudió la carrera de Literatura Latinoamericana en la Universidad Iberoamericana. De 1995 a 1999 fue subdirectora editorial de la revista Viceversa. También trabajó como coeditora de la revista Letras Libres durante 2002 hasta 2005. Obtuvo la beca Jóvenes Creadores del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en la categoría de ensayo. En televisión, ha conducido los programas de televisión Filmoteca 40, Confabulario y El Foco para Proyecto 40, y Encuadre y Entrelíneas para Canal 22.