“Lenguaje, más violento que la realidad misma”: Pablo Piceno
El escritor conversó sobre las ideas, germen La Castellane errantre, que explora los territorios del discurso migratorio
"El arte cuando es arte no lo puedes delimitar, cómo y qué decir, pero que cuando dice lo que dice es muy potente, y creo que el arte, la poesía, en particular, abre una tangente al lenguaje, a la forma en cómo anunciamos las cosas, la cultura que es muy poderosa, y que eso pueda conmover, incitar a por lo menos cuestionar el estatus quo" aseguró el poeta poblano Pablo Piceno en entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla a propósito de su trabajo y el reciente Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino, al que se hizo acreedor recientemente. La castellane errante, que se hizo acreedor al Premio Elías Nandino ¿de qué va? -Se llama La castellana errante porque trata principalmente, o por lo menos es la excusa principal, de Zinedine Zidane el futbolista francés que creció en un barrio llamado la Castelán, un lugar marginal en Francia, y él, hijo de migrantes argelinos, interesa mucho. Yo nací en Alemania, pero en realidad soy mexicano, soy poblano y no hay punto de comparación en absoluto con la migracion que hacen en nuestros compatriotas a Estados Unidos, ni tampoco lo que hacen los sirios a Europa, pero sí, digamos, esta nostalgia por no pertenecer a ningún lugar en el mundo. Yo viví dos años en Perú, he vivido en distintas ciudades de México, viví en Alemania como 5 años y al final no me siento parte, claro que me siento mexicano, pero este asunto de las fronteras es arbitrario y burdo. Me parece muy interesante, muy dolorosa la crisis migratoria, la guerra de Siria y también la historia de liberación de los pueblos africanos particularmente los del Magreb. La liberación de Argelia, en particular, me parece un asunto mal manejado por la historia, muy doloroso y a la vez los pueblos no han logrado reivindicar su democracia, su libertad y siguen siendo en Europa la oveja negra. ¿Por qué abordar la crisis migratoria desde una figura como Zidane? -Pues es curioso, digamos al final es una fabulación, es una invención. A mí me interesa mucho la historia como tal, pero la historia misma también creo que es una narración arbitraria que cada quien escribe, claro, hay gente que no la compararía en absoluto con la literatura, yo por ejemplo sí. Creo que cada quien escribe la historia desde el lado que le conviene y desde el lado que quiere contarla, los vencidos y los vencedores, generalmente los vencedores, entonces me gustó inventarme una figura que como tal no existe, que es el Zidane que tengo en mi cabeza.Arbitrariamente escogí fechas para que embonaran con otro protagonista de la historia que es José de San Martín, el libertador de América Latina. Entonces resulta que hay varios momentos de la biografía de cada uno en que las fechas como tal, incluso los lugares, coinciden, es una cuestión que digamos la justicia poética actúa en tu favor y ese capricho que tienes de contar una historia de la reivindicación de los pueblos oprimidos y tal se cumple. Por un lado está la historia de Zidane, por otro lado la guerra de liberación independencia en América Latina y cómo esos dos discursos de la Colonia, la imposición de Europa sobre África y también la libertad y la independencia de América. Aparentemente están contrapuestos y en realidad llegan a ser bastante similares, las ideologías terminan tocando en un punto y al final los pueblos siguen sufriendo por ejemplo, la imposición de la lengua castellana sobre las lenguas originarias, que es también un poco por lo que el libro se llama así. En este entramado de la guerra de liberación, de Zinedine y de un factor de tu propia identidad, ¿cuál es la semilla germen de esta obra? -A mí desde hace unos seis años me ha interesado vincular la cultura popular, la cultura pop, con la cultura que se llama la highbrow culture, la cultura de la "ceja alzada", y más bien en el sentido de volver la poesía antisolemne. Primero tenía esa ambición bastante tonta, este libro tiene cuatro años que lo empecé a escribir, de pensar que la gente realmente se interesaría por un libro de poesía porque hablaba de fútbol cuando realmente no es así, pero sí pensaba que un personaje de la cultura popular podría dar más sobre lo que yo quería decir que hablar de un personaje del siglo XVIII que es primo de no sé quién que estuvo en la guerra, y mejor fábular sí ante una figura popular y que eso, aún con todo lo arbitrario que pueda ser, Zidane en no es pobre, ni mucho menos, pero sí la gente tiene claro el momento del cabezazo con Materazzi, por más que no te guste el fútbol sabes quién es Zidane. ¿El discurso de la migración en México está muy presente, por qué hablar al respecto desde otra nacionalidad y desde una figura pública? -Me preguntaba una amiga francesa: "¿Por qué te interesa la historia de Zidane de Francia si en tu país tienes incluso cosas peores?". Creo uno tiene al menos una responsabilidad ética de escribir. Debo decir que para mí ese problema, siendo sinceros, no lo tengo muy próximo, entonces me es casi tan distante la una como la otra, y sin embargo, creo que se tocan en ciertos puntos, si hay momentos donde anuncio eso. Para mí, por ejemplo, fue más fácil hablar de lo que había visto, la miseria en Perú, ese discurso es mucho más vivencial que el otro, el otro es ficcional, narra algunos acontecimientos de los atentados terroristas en Europa recientes. Siendo cercano a la poesía, ¿dónde dirías que radica el poder de la poesía frente a temas tan sensibles como la migración? -Pues mira, hacer frente no lo sé, lo dudo mucho, y sin embargo como dice Hölderlin "donde crece el peligro también crece lo que salva", entonces creo que la poesía si algo puede abonar, no es que lo tengo que abonar porque es poesía,precisamente porque no se puede asir, el arte cuando es arte es porque no lo puedes comprar, porque no lo puedes delimitar cómo y qué decir, pero que cuando dice lo que dice es muy potente, y creo que el arte, la poesía en particular abre una tangente al lenguaje, a la forma en cómo anunciamos las cosas, la cultura que es muy poderosa, y que eso pueda causar, conmover, incitar a por lo menos cuestionar el estatus quo o el lenguaje que anunciamos que es bárbaro, el lenguaje a veces es más violento que la realidad misma, crea mundos y esos mundos posibles se vuelven mundos reales después de un tiempo. Entonces poder cuestionar el lenguaje, poner el dedo sobre la llaga es importante.
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