Relatan efectos del monasterio La Purísima
Dividido en diez capítulos, aborda desde el aporte de la construcción del convento como un nodo importante en el desarrollo cultural
Tota Pulchra. Historia del monasterio de la Purísima Concepción de Puebla siglos XVI-XIX, es el resultado de una larga investigación que muestra la problemática de la implantación del monacato en el Virreinato de la Nueva España. A través del estudio de caso del Convento de la Purísima Concepción, el segundo construido en la ciudad, Rosalva Loreto, profesora investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP, muestra la evolución de los procesos urbanos, pues el hecho de que estos sitios fueran lugares privilegiados para mujeres de origen hispano, fue de gran influencia en el contexto urbano. Dividido en diez capítulos, aborda desde el aporte de la construcción del convento como un nodo importante en el desarrollo cultural y económico de la sociedad, el estudio de la Fiesta de la Concepción, el funcionamiento interno del convento, hasta la importancia de la llegada de Juan de Palafox a la Angelópolis. En su libro, la escritora miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel II, parte de la idea de que los conventos actuaron como un factor de cohesión social, de modo que contribuyeron a crear una visión homogénea de la élite, una forma de religiosidad que se difundió e impuso como un modelo de comportamiento y de prestigio a la sociedad. En entrevista la también directora del Patrimonio Histórico Universitario, dijo a El Popular, diario imparcial de Puebla, que el estudio del convento es importante porque forma parte de la identidad de la ciudad, además de ser parte del panorama urbano que permitió que el Centro Histórico de Puebla entrara en la declaratoria de la UNESCO como Patrimonio Mundial. "Esto es parte de la identidad, porque ahora sólo miramos la iglesia, la fachada, pero no observamos, y eso nos permite encontrar emblemas, símbolos que finalmente van a arraigarse en nuestra mente. El espacio conventual forma parte de la ciudad, del Centro Histórico, la poligonal de la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad", mencionó. Explicó que en lo social los monasterios desempeñaron un papel importantísimo, y las fundaciones conventuales tuvieron mucha influencia en la estructura de las ciudades, sobre todo las novohispanas, pues la sacralización de los territorios incentivó el poblamiento de los barrios, permitió la distribución del agua, de los tianguis, de las fiestas o las procesiones. Además, mencionó que habría que valorar el hecho de que, de los 12 monasterios que hubo en la ciudad, pese al tiempo las órdenes religiosas sobreviven. "Ahora está lejos de ser entendido el papel que tienen ellas en el ámbito religioso y en una sociedad absolutamente secular. Muchas veces me preguntan para qué están, qué hacen. Pues nada más están todos los días por la salvación del género humano, ellas siguen siendo de clausura, han resguardado sus documentos 400 años, han sido exclaustradas, han sido perseguidas. Entonces, el que sobrevivan las comunidades es una fuerza de voluntad y de tenacidad de un grupo femenino que ha persistido a lo largo de los siglos", dijo. Rosalva Loreto ha obtenido diversos reconocimientos entre los que se encuentran el Premio al Mejor Artículo del Periodo Colonial otorgado por el Comité Mexicano de Ciencias Históricas (2000); fue acreedora a la presea "Mariano Fernández de Echeverría y Veytia" que otorga el Ayuntamiento de Puebla, en el campo del conocimiento científico (1990). Algunas de sus publicaciones son La ciudad de Puebla; Los conventos femeninos y el mundo urbano en la Puebla de los Ángeles del siglo XVIII; Un Bocado para los Ángeles; y Santa Catarina Mártir. Entre ciénegas y magueyales. |