Clemente Orozco, pilar del muralismo

El día de hoy se cumple un aniversario luctuoso del creador mexicano, en su obra se representan problemáticas bélicas y revolucionarias

Clemente Orozco, pilar del muralismo
Especial | Existe una faceta que ha pasado desapercibida: su trabajo como caricaturista. Clemente Orozco, pilar del muralismo

A 69 años de su muerte, que se cumplirán el 7 de septiembre, José Clemente Orozco es considerado uno de los artistas más destacados del arte mural, pues plasmó en sus dibujos, acuarelas, pinturas y sobre todo en sus murales las problemáticas bélicas y revolucionarias ideológicas que transformaron el siglo XX.

Nació el 23 de noviembre de 1883 en Zapotlán el Grande, actualmente Ciudad Guzmán, Jalisco, y a los siete años se trasladó a la Ciudad de México, donde realizó sus estudios superiores en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA).

Desde muy joven conoció el taller del grabador José Guadalupe Posada, reconocido por sus ilustraciones de calaveras como La Catrina, cuya obra lo impresionó y lo marcaría toda su obra.

En la Academia de Bellas Artes de San Carlos tomó clases nocturnas de dibujo y a los 14 años fue enviado a la Escuela Nacional de Agricultura, en el ExConvento de San Jacinto, ubicada en la céntrica Avenida México-Tacuba de la capital mexicana, que le permitió tener sus primeros ingresos con sus dibujos topográficos.

Aunque se convirtió en ingeniero agrónomo, en 1909 tomó la decisión de dedicarse por completo a la pintura; de 1911 a 1916 colaboró como caricaturista en algunas publicaciones y pintó una serie de acuarelas ambientada en los barrios bajos de la capital mexicana.

Sus primeros trabajos también consistieron en litografías de la vida indígena de pinturas murales, una técnica que dominó con el tiempo. En esa época se casó con Margarita Valladares, con quien tuvo tres hijos.

Orozco montó su primera exposición individual en la librería Biblos de la Ciudad de México, en 1916, y cuatro años después se unió a Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros en el Sindicato de Pintores y Escultores, que buscaba recuperar el arte de la pintura mural bajo el patrocinio del gobierno mexicano.

Al inicio del movimiento muralista se le encomendó el patio grande de la Escuela Nacional Preparatoria en el céntrico Colegio de San Ildefonso, su primera gran obra en tierras mexicanas que desarrolló de 1923 a 1924; allí destaca la serie sobre la Conquista, la colonización y la Revolución Mexicana, que finalizó hasta 1926.

Dejó la obra por otros trabajos como Omnisciencia, que hizo en 1925 en el cubo de las escaleras del Palacio de los Azulejos, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, o Reconstrucción, en la Escuela Industrial de Orizaba, en el estado de Veracruz.

Entre 1927 y 1934 trabajó en Estados Unidos, donde creó un grupo de murales para la New School for Social Research, en Nueva York, y en el californiano Pomona College pintó un mural con el tema del héroe griego Prometeo.

Para la Biblioteca Baker-Berry del Dartmouth College localizada en el estado de Nuevo Hampshire, de 1932 a 1934 elaboró murales que escenifican la historia de América con la serie La llegada de Quetzalcóatl, El retorno de Quetzalcóatl y Modern industrial man sobre el carácter deshumanizado del régimen capitalista y sobre la Revolución Mexicana.

De esta etapa su trabajo más conocido es Prometeo pintado en 1930 en el Frary Hall del Pomona College, en Claremont; años más tarde viajó otra vez a Nueva York para pintar un encargo para el Museo de Arte Moderno de la llamada Gran Manzana, que denominó Dive bomber.

A su regreso a México, en 1934 pintó en el Palacio de Bellas Artes el mural La katharsis, situado frente al de Diego Rivera titulado El hombre en la encrucijada, una de sus obras más conocidas.

En la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el Centro de la Ciudad de México, en 1941 hizo la obra Las riquezas nacionales, que consta de cuatro tableros con temas como la justicia, los productos de la tierra y los movimientos sociales obreros.

Entre 1936 y 1939 desarrolló su actividad artística en la capital del estado de Jalisco: los muros del foro del Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, la escalera del Palacio de Gobierno y la capilla del Hospicio Cabañas.

José Clemente también experimentó con nuevas técnicas, como la que muestra en el mural "La alegoría nacional", en el que se perciben fragmentos metálicos incrustados en hormigón.

En los últimos años su estilo se simplificó, al buscar sobre todo un carácter más dramático y violento que le aproximara más al expresionismo.

El pintor y muralista, quien estuvo casado con Margarita Valladares y tuvo tres hijos, además fue miembro fundador de El Colegio Nacional al que se integró en mayo de 1947; un año antes recibió el Premio Nacional de Artes en 1946.

Murió el 7 de septiembre de 1949 en la Ciudad de México y debido a su destacada aportación a la pintura nacional, el entonces presidente Miguel Alemán ordenó que sus restos se sepultaran en la actual Rotonda de las Personas Ilustres.

Caricaturista

José Clemente Orozco es más conocido como muralista; sin embargo, existe una faceta que ha pasado desapercibida: su trabajo como caricaturista.

Durante más de dos décadas, Orozco hizo caricatura en diversos medios, desde El Mundo Ilustrado, pasando por Frivolidades y luego por los antimaderistas El Ahuizote, Ojo Parado, para llegar a los carrancistas El Malora, La Vanguardia y, Acción Mundial y terminar en El Heraldo y L´ABC.

De acuerdo con Reversos, comenzó a hacer caricatura en 1906, una obra llamada El chirrión por el palito; el jefe del taller era Carlos Alcalde, quien lo llevó de la mano a la caricatura.

Unos años después, se vinculó al Doctor Atl e hizo una caricatura favorable a los constitucionalistas, criticando a Victoriano Huerta.

El poeta modernista José Juan Tablada señaló en la revista neoyorkina International Studio acerca del muralista mexicano como: "Sabio y sutil, él sabía como exhibir el aspecto más ridículo y llamativo del político que en México, como en todo el mundo, es un excelente blanco para la sátira y el buen humor".