Prado expone a través de su obra dos modos de leerla, como una novela fragmentaria o como un universo unitario, resaltando siempre la ligereza en el camino.

Acompañado del también dedicado a las letras Guillermo Garay y el propio autor, Gregorio Cervantes mencionó durante la charla que la ligereza de la que habla este texto editado por Tierra Adentro, remite quizás a Milán Kundera, a la levedad; es una alusión inmediata al paseo, a un deambular errático que pone como presupuesto el extravío para poder encontrar.

Agregó que a lo largo de los breves capítulos de este primer libro publicado del autor, existe una énfasis en la mirada: "El paseo, que es la recurrencia de Si algo ligero, me parece impensable sin la mirada, que se vuelve un elemento necesario para que el paseo cobre sentido, como si el caminante tuviera que despojarse de todo excepto de la mirada".

Por su parte, Guillermo Garay comentó que, a pesar de que el texto cuenta con una narrativa bastante digerible, "Si algo ligero es todo menos ligero": "Es un título muy inocente, un libro muy bien armado, yo lo llamaría una novela arriesgada, y eso me parece un buen centro; no es una simple novela de viaje".