El molar de un mamut, el caparazón de un gliptodonte, los cuernos de un bisonte ancestral y la mandíbula de un pecarí de cabeza plana que llegó al continente hace 20 millones de años, son parte de las piezas que se exhiben en la recién abierta Sala de Paleontología del Museo Regional del INAH Puebla.

En el marco del 80 aniversario del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Museo Regional de Puebla abre la sala permanente de Paleontología, en la que los visitantes podrán apreciar diez fósiles de animales como la pelvis del perezoso gigante, cornamentas de bisontes y la mandíbula de un mamut; además, una gran ilustración de la megafauna, en la que se podrá apreciar el tamaño real de las especies extintas en escala 1:1.

Este acervo paleontológico con el que cuenta el museo es el resultado del hallazgo que hizo el instituto en la región de Valsequillo, indicó durante la apertura Claudia Reyes Flores, directora del recinto; así como el caparazón de un gliptodonte, pieza en préstamo procedente de la localidad de Santiago Tenango del municipio General Felipe Ángeles. Todas las piezas llevaron un trabajo de conservación a cargo del curador de la sala, el biólogo Iván Alarcón Durán, investigador del Centro INAH Puebla, así como de otros especialistas.

Por su parte, Feliza Aguilar Arellano, presidenta del Consejo de Paleontología del INAH, expresó su agrado porque el estado cuente con un espacio que permita difundir parte de la labor de investigación que hace el instituto y mostrar los diferentes hallazgos que han realizado, así como de poder proteger y conservar este patrimonio, estos fósiles que representan la historia de ese pasado remoto que muchas veces no se dimensiona.

"A través de la investigación que realizan los paleontólogos, pero también a través de los diseñadores, los paleoartistas, podemos transmitir cómo fueron esos organismos del pasado. Disfrutemos esta nueva Sala de Paleontología y esperemos los diferentes hallazgos que se puedan presentar."