Lola Ancira: Busco explicar cada personaje
La escritora se sumerge en el pensamiento y el sentir de sus personajes
El yo, el inconsciente personal y el inconsciente colectivo conforman, según la teoría Jungiana la psique o el "yo". Aunque es bien sabido que existen similitudes entre las teorías psicoanalíticas de Freud y Jung, es este último quien da un exclusivo enfoque al inconsciente colectivo, esa sumatoria de los inconscientes personales. Es en este tenor que se inserta El vals de los monstruos, la última publicación de la escritora mexicana Lola Ancira, lo que demuestra que el médico psiquiatra suizo continúa siendo influencia para la literatura, además de otras áreas como la filosofía, la antropología e incluso los estudios religiosos.
A través de las actitudes de los personajes, Lola Ancira busca descubrir qué es lo que lleva a una persona a actuar de una forma ilegal o hacer cosas atroces, desde una narrativa que conducirá al lector por situaciones tan intrigantes como perturbadoras que evidencian el resultado violento y grotesco, en casos extremos, de lo que bien podrían denominarse "padecimientos" de la sociedad: la agresión, el abuso, la humillación, el abandono. Si bien no se trata de una obra que aborde el psicoanálisis de forma teórica, sus 11 cuentos que se reconocen los comportamientos extraños y pensamientos anormales de estos individuos. Así lo confirmó la escritora en entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla. Lola Ancira se sumerge en el pensamiento y el sentir de sus personajes, a los cuales no será difícil identificar en nuestro entorno y cuyos sentimientos podrían llegar a causar cierta simpatía o, en el peor de los casos, empatía. ¿Cómo nace la idea?-Empecé a escribir los cuentos porque quería analizar la psique de una persona trastornada, lo cual era la cadena de sucesos que llevaba a una persona de una forma ilegal o hacer acciones atroces. Entonces, en cuanto al tratamiento de los cuentos me fui mucho por lo psicológico, si bien no tratan sobre la psicología es justamente analizar el pensamiento de estas personas. ¿Habría alguna línea que persiga esta serie de cuentos?- Tienen vasos comunicantes entre sí porque son de la misma familia. La premisa principal es que todos los hombres de esa familia enloquecen y las mujeres desaparecen por extrañas circunstancias. Y básicamente todos tienen comportamientos extraños y pensamientos anormales. También me basé en la idea de las sombras que es un arquetipo de la psicología analítica de Carl Jung y remite justo lo que está en nuestro inconsciente, lo que no aceptamos como parte de nuestra personalidad pero que está ahí, como estos pensamientos que se supone que no deberíamos de tener porque no están aceptados por lo legal. Agresiones, humillaciones o abandono, ¿por qué querer tratarlo a través de estos cuentos?-Justo para tratar de entender a los personajes y por qué llegaron al punto en el que están actuando de esa forma; saber qué pasó antes y entender su comportamiento. ¿Pero estos temas no solamente se quedan en la ficción?-No, de hecho hay muchos temas que son muy realistas. Hace unos días me preguntaban qué porque creería yo qué es importante leer sobre más violencia si ya estamos inmersos en tanta violencia. Yo les dije que lo que pretendo es tratar de explicar porqué surgen estas situaciones y acontecimientos. ¿Lola ha encontrado está respuesta que buscaba en El vals de los monstruos?-No sé, creo que lo cercano que están de nosotros. También hay muchísimas historias de series, películas, la misma literatura que están muy cercanas a nosotros y que no nos damos cuenta de eso hasta que lo vemos y la ficción nos dice (...). ¿Qué nos dejaría leer esta obra?-Pues si les interesa saber que hay las fuentes de personas extrañas, es básicamente la intriga de saber por qué se llama El vals de los monstruos, porque está configurado con esta palabra "monstruos". O, por ejemplo, (con la imagen de la portada) que está construida con varios rostros, gusanos, podredumbre, el fragmento de una mujer, también la de un hombre que está súper bien peinado. Yo creo que sería la intriga.
|