La válvula de escape para el estrés, el mal humor y los problemas muchas veces es la lucha libre
Todo comienza al llegar a la Arena Puebla afuera del recinto, decenas de puestos, donde se comercian playeras, máscaras y juguetes alusivos a los personajes más importantes de la lucha libre en México. Y vaya, nadie puede ir a las luchas de los lunes sin degustar una clásica cemita de la Arena, cuya fama se ha elevado a nivel nacional. El bullicio es la primera bofetada auditiva; no puedes ser escuchado sin alzar la voz, el público grita eufórico, algunos a favor y otros recordando a su mamacita. Hombres, mujeres, niños y niñas; este espectáculo no discrimina. Lee: Artistas poblanos se abren paso en el festival de LituaniaPrimera caídaLa afición está dividida entre técnicos y rudos. Algunos parecen venir del trabajo por la manera formal en que llegan vestidos; otros muchos lucen las máscaras de sus personajes preferidos. Al centro del recinto el cuadrilátero, lugar de sacrificios, testigo de triunfos y derrotas. Ahí se han cortado seductoras cabelleras y develado los rostros. En ese lugar no hay política, ni trabajo, ni escuela; todos los pensamientos se enfocan en liberar el estrés acumulado e iniciar la semana de la mejor manera. El público aplaude, grita y así comienzan a llegar en grupos los gladiadores que se batirán en una batalla que enardece a los presentes. Todos aman u odian a los luchadores, lástima del pobre réferi.
Segunda caídaPor más de medio siglo, los poblanos disfrutamos cada noche de lunes espectáculos de lucha libre que conmocionan a todos los presentes en la Arena Puebla, un inmueble que ha trascendido por décadas hasta llegar a ser un recinto cultural donde se manifiesta una de las tradiciones más entretenidas de los mexicanos. La lucha libre llegó a México hace más de 100 años, cuando el país sufrió la intervención francesa. En sus inicios se trataba más bien de un acto circense, pero fue evolucionando con el tiempo. Sin embargo, no fue hasta 1933 cuando se fundó la primera Empresa mexicana de lucha libre. Con este nacimiento comenzó también una de las tradiciones más distintivas de los mexicanos y se fundó uno de los atractivos culturales más distintivos del país. Tercera caídaHoy la Arena Puebla se viste de manteles largos al cumplir 66 años de haber abierto sus puertas por la leyenda de la lucha libre en México, don Salvador Lutteroth. Cuentan que en 1953, en la 13 Oriente se encontraba un basurero, por lo que la construcción de este recinto significó para muchos el inicio de una nueva era cultural y deportiva en Puebla. Actualmente la Arena de la ciudad cuenta con un espacio para poco menos de tres mil personas y es considerada una de las plazas más importantes del Consejo Mundial de Lucha Libre. La arena ha recibido a importantes personajes de la lucha libre mexicana por nombrar a algunos están: Perro Aguayo, Perro Aguayo Jr., Blue Demon, Centella de Oro, El Huracán Ramírez, Black Tiger, Espíritu Maligno, Tarzán López, Arturo Casco "La Fiera", Fuerza Chicana, René Guajardo y Enrique Vera. Sin duda este deporte se ha mantenido vigente en la cultura y con el trascurso de los años, y en el caso de Puebla la ciudad se ha vuelto una de las capitales más importantes de la lucha libre, gracias a la vigencia de este recinto, que ha sobrevivido al tiempo. |