No importa el destino, sino los caminos: El Guardagujas

El forastero llegó sin aliento a la estación desierta… del otro lado pasajeros de primera clase; niños y niñas poblanos que abordaron el tren, los pequeños entre inquietos y emocionados se alistaron para transitar por las vías de la imaginación y los sueños.

El guía de esta historia es un viejito peculiar, es el Guardagujas, el guía de esta historia sin olvidar por supuesto, "que no importa el destino, sino lo que importa son los caminos". Para quienes desconocen qué es un Guardagujas es la persona encargada de mover las agujas cuando se es necesario un cambio de vía, son los hombres que jalan de una palanca para cambiar la dirección del tren.

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En esta ocasión, el guardagujas abordó las instalaciones del Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, para dar a los niños que por ahí pasaban, unas fascinantes historias, sobre el sistema nacional ferroviario.

Desde los tipos de ferrocarriles, hasta las medidas de seguridad y los peligros que corren al viajar sobre las vías, de una forma cómica, los niños pudieron convivir con este importante sistema de comunicación terrestre.

Entre títeres y actores, todos los niños estuvieron atentos y emocionados ante las historias del Guardagujas que reía y se aquejaba de los problemas de su avanzada edad.

El Guardagujas

Esta presentación fue una adaptación a cargo de Flor Cecilia Reyes, del cuento original del autor Juan José Arreola, que para muchos literatos se trata de uno de los mejores cuentos de literatura fantástica del siglo XX. Precisar con exactitud el objetivo y el mensaje de esta muestra literaria sería un reto poco asertivo, pues sus muchas interpretaciones a las que da lugar durante su narración, dependerán del contexto interno que se le adjudique por cada lector.

Lo cierto es que a través de las historias que cuenta con precisión y entusiasmo el Guardagujas, revela una sátira del sistema nacional ferroviario, la industrialización, los sistemas políticos, los problemas sociales, e incluso la inseguridad como derivado de la violencia en el país.

Sin embargo, es precisamente la multiplicidad de narraciones y de interpretaciones nos llevan a un mismo punto, sin importar el planteamiento del público lector, y lo dice de manera puntual al final de su intervención: "No importa el destino, sino los caminos, "dejando en claro que cada quien es el conductor de su propia vida.