Silvestre Revueltas, el neptuno de las música

"El nombre de Silvestre Revueltas resuena dentro de mí como un gran cohete de luz, como una aguda flecha que se dispersa en plumas y sonidos, en luces, en colores, en pájaros, en humo pálido, al chocar contra el desnudo corazón del cielo. Era como el sabor del pueblo, cuando el pueblo es pueblo y no multitud", escribió Octavio Paz en Silvestre Revueltas, obra que dedicó al músico mexicano con el que coincidió en España en 1937.

Silvestre Revueltas fue un compositor, violinista y director de orquesta nacido el 31 de diciembre de 1899 en Santiago Papasquiaro, Durango. Hijo mayor José Revueltas y Romana Sánchez, hermano de Fermín Revueltas, José Revueltas, Consuelo Revueltas y Rosaura Revueltas, quienes también destacaron en el ámbito cultural en diferentes disciplinas; Silvestre marcó la historia de la música en México al generar un discurso nacionalista a través de sus obras que en cierta medida unió al entonces fracturado pueblo mexicano, que encontró en el sonido una forma de sentirse parte de algo.

Comenzó sus estudios muy joven en 1913 en el Conservatorio Nacional de Música de la Ciudad de México, después de que sus padres notaron que tenía la habilidad prodigiosa para tocar el violín. Posteriormente ingresó a instituto de música St. Edwards en Austin, Texas y en el Chicago College, ambos en Estados Unidos, en donde se influenció del compositor francés Claude Debussy.

En 1929, el gran compositor Carlos Chávez, con quien fue comparado en diversas ocasiones, lo invitó a ser el subdirector de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de México. Revueltas estuvo en el cargo hasta 1935, periodo en el que desarrolló el gusto por la composición y promoción de la música mexicana. Su estadía en esta orquesta culminó después de diferencias que tuvo con Chávez.

Su manera de dirigir era única, tanto que Octavio Paz lo describió como "neptuno de la música, se erguía frente a la orquesta, frente al mar de sonidos, como un humano monumento devastado por todas las olas, padre de las olas y vencedor de ellas"

Entre las obras más destacadas de Silvestre Revueltas podemos encontrar: Sensemayá, considerada por muchos la pieza musical más representativa de México en el mundo, Siete Canciones y Tres Sonetos. Además, la música para los filmes ¡Vámonos con Pancho Villa!, El indio y Bestia Negra, por mencionar algunos.